Miércoles 23 de Noviembre de 2011
Miércoles 34ª semana de tiempo ordinario 2011
Daniel 5,1-6.13-14.16-17.23-28
En aquellos días, el rey Baltasar ofreció un banquete a mil nobles del reino, y
se puso a beber delante de todos. Después de probar el vino, mandó traer los vasos
de oro y plata que su padre, Nabucodonosor, había cogido en el templo de
Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y
concubinas. Cuando trajeron los vasos de oro que habían cogido en el templo de
Jerusalén, brindaron con ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas.
Apurando el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de
piedra y madera. De repente, aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo
sobre el revoco del muro del palacio, frente al candelabro, y el rey veía cómo
escribían los dedos. Entonces su rostro palideció, la mente se le turbó, le faltaron
las fuerzas, las rodillas le entrechocaban.
Trajeron a Daniel ante el rey, y éste le preguntó: "¿Eres tú Daniel, uno de los
judíos desterrados que trajo de Judea el rey, mi padre? Me han dicho que posees
espíritu de profecía, inteligencia, prudencia y un saber extraordinario. Me han dicho
que tú puedes interpretar sueños y resolver problemas; pues bien, si logras leer lo
escrito y explicarme su sentido, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro y
ocuparás el tercer puesto en mi reino."
Entonces Daniel habló así al rey: "Quédate con tus dones y da a otros tus
regalos. Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido. Te has rebelado contra
el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo, para brindar con ellos en
compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas. Habéis alabado a dioses de oro
y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden;
mientras que al Dios dueño de vuestra vida y vuestras empresas no lo has honrado.
Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto. Lo que está escrito es:
"Contado, Pesado, Dividido". La interpretación es ésta: "Contado": Dios ha contado
los días de tu reinado y les ha señalado el límite; "Pesado": te ha pesado en la
balanza y te falta peso; "Dividido": tu reino se ha dividido y se lo entregan a medos
y persas."
Interleccional: Daniel 3,62-67
R/Ensalzadlo con himnos por los siglos.
Sol y luna, bendecid al Señor. R.
Astros del cielo, bendecid al Señor. R.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor. R.
Vientos todos, bendecid al Señor. R.
Fuego y calor, bendecid al Señor. R.
Fríos y heladas, bendecid al Señor. R.
Lucas 21, 12-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Os echarán mano, os
perseguirán, estregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer
ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y
sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y
matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un
cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras
almas."
COMENTARIOS
Las persecuciones de que serán objeto los discípulos de Jesús deben ser
consecuencia de una actuación inspirada por el Espíritu Santo. Para poder aplicar
este criterio y discernir el futuro, Lucas nos depara un argumento
inestimable: «Meteos en la cabeza (lit. "en vuestros corazones", por ser el
"corazón" el equivalente de "mente" en nuestra cultura) que no tenéis que preparar
vuestra defensa, porque yo os daré palabras tan acertadas (lit. "una boca y una
sabiduría") que ninguno de vuestros adversarios podrá haceros frente o
contradeciros» (21,14-15). La puntualización que hace referencia a la 'defensa
propia / apología' es típica de Lucas (no se encuentra en el pasaje paralelo de Mc
13,11) y, además, es la segunda vez que la formula (cf. Lc 12,11-12). La razón de
esta precisión terminológica la hallaremos en el libro de los Hechos: Lucas ofrece
aquí un criterio válido para emitir un juicio ecuánime sobre los múltiples intentos
apologéticos de Pablo ante los tribunales religiosos y civiles de Jerusalén y Cesarea,
todos ellos en vano (cf. Hch 22,1; 24,10; 25,8.16; 26,1.2.24). Pero no se detiene
aquí. También nosotros podemos aplicarlo a presuntas persecuciones de que es
objeto la iglesia o determinadas personalidades eclesiásticas en nuestros días. Si se
hace apologética, además de ser ineficaz y estéril, podría muy bien ser un signo de
que no se cuenta con el Espíritu Santo ni con la profecía, como sucedió a Pablo. Tan
eficaces como pretendemos ser, sirviéndonos de los medios de comunicación y de
las técnicas modernas, y cuán poco hemos avanzado -más bien parece que
retrocedemos- en servirnos de los medios más adecuados que nos proporciona el
Espíritu. Su fuerza está en el interior del hombre... Pero nosotros debemos
presentarle la expresión, para que hable por nuestra boca y piense con nuestra
cabeza. Que eso funciona, Lucas lo deja entrever en el caso de Esteban, el modelo
de discípulo. Sus adversarios, como en el caso de Jesús, no «podían hacer frente al
espíritu y a la sabiduría con que hablaba» (Hch 6,10) ; por esto tuvieron que
sobornar a falsos testigos y hacerlo callar por la fuerza... de las piedras. Hoy día se
acalla a los profetas con la fuerza de las metralletas.
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de Fundación ÉPSILON)