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XXIX Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Miércoles
Lc 12, 39-48
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho más. A la pregunta de Pedro si la
parábola la había dicho sólo por ellos o por todos, el Señor responde con otra
parábola. En ella se refiere a un administrador. De éste se espera que sea “fiel y
solícito”, que cumpla cabalmente con lo que su seor le confía mientras éste se
ausenta.
Esta parábola es un llamado a la vigilancia, una vigilancia que implica cumplir
fielmente, día a día, con las propias responsabilidades y deberes delegados por su
señor. Cuando vuelva el dueño de la hacienda, el administrador deberá responder
por la fidelidad con la que cumplió su gestión. Lo mismo hará el Señor con sus
apóstoles y con todos aquellos a quienes les confía un puesto de gobierno en su
Iglesia o también a un padre o madre, o profesor o profesora…: “A quien se le dio
mucho, se le exigirá mucho; y a quien se le confió mucho, se le pedirá mucho
más”.
A cada quien desde nuestro estado de vida se nos pide la correspondencia a la
gracia de Dios: haciendo las cosas de cada día de acuerdo a los dones de
naturaleza y de gracia que hemos recibido de la Providencia divina, así como los
santos, que dieron testimonio de correspondencia pronta y generosa a la gracia
divina, permaneciendo unidos a Cristo como los sarmientos a la vid (cf. Jn 15), sin
duda que produciremos mucho fruto. El señor nos pedirá de acuerdo a lo que cada
uno de nosotros ha recibido de él, que no es poco; si no, pensemos en los
sacramentos recibidos, en el Evangelio, en La virgen María, en el mismo Jesucristo,
que me am y se entreg por mí…
Podemos recordar la parábola de los talentos: quien recibió más produjo más,
y el que menos, menos. Aquel siervo fiel hizo fructificar ampliamente los talentos
recibidos, no guardándolos para él, sino devolviéndolos multiplicados a su señor (cf.
Mt 25, 14-21). Pues bien, la recompensa por un servicio tan prolongado, fiel y
fecundo, no puede menos de dársela el Señor mismo, quien dijo al siervo bueno y
fiel: “Entra en el gozo de tu Seor” (Mt 25, 21).
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)