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XXXI Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Viernes
Lc 16, 1-8
Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los
que pertenecen a la luz . Jesús, con la parábola de hoy se queja de que los que
hacen el mal pongan más empeño en sus objetivos que los que intentan hacer el
bien. Mientras los que hacen el mal no dejan de poner todos los medios a su
alcance sin temor a lo que puedan decir los demás, los hijos de la luz tienen casi
que pedir permiso antes de emprender una obra buena.
Jesús nos pide más espíritu de iniciativa, más tesón, más audacia, más
entrega a la hora de hacer el bien, y en especial a la hora de hacer apostolado.
Jesús nos ha dicho: “ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5, 14). Y el mundo está
en las tinieblas de la ignorancia, porque faltan apóstoles –“hijos de la luz”- que
sepan dar testimonio del Evangelio. Quizá, por un lado queremos hacer apostolado
con amigos y familiares: queremos explicarles la alegría y la paz que produce el
seguirte. Pero, a veces, sentimos otra fuerza que os frena: un temor a quedar mal,
a no ser oportuno. Esta fuerza es lo que se llama “tener respetos humanos”, y es la
que hace que los hijos de la luz” no brillen como debieran.
Sobre este punto Juan Pablo II, nos dice: “¡Anuncien la Palabra con toda
claridad, indiferentes al aplauso o al rechazo! En definitiva, no somos nosotros
quienes promovemos el éxito o el fracaso del Evangelio, sino el Espíritu de Dios.
Los creyentes y los no creyentes tienen el derecho a escuchar inequívocamente el
auténtico anuncio de la Iglesia. Anuncien la Palabra con todo el amor del Buen
Pastor, que se da, que busca, que comprende”.
En efecto, “¡Qué afán ponen los hombres en sus asuntos terrenos!: ilusiones
de honores, ambición de riquezas, preocupaciones de sensualidad. -Ellos y ellas,
ricos y pobres, viejos y hombres maduros y jóvenes y aun niños: todos por igual.
Cuando tú y yo pongamos el mismo afán en los asuntos de nuestra alma tendremos
una fe viva y operativa: y no habrá obstáculo que no venzamos en nuestras
empresas de apostolado” (Camino.-317).
En definitiva, Jesús nos pide hoy que pongamos un verdadero interés en los
asuntos del alma, de modo que nuestra fe sea capaz de dar futo, necesitamos una
fe viva y operativa que se demuestre con hechos de piedad, de trabajo bien hecho
y de servicio a los demás... Así venceremos los respetos humanos; y no habrá
obstáculos que nos detengan en nuestra vocación a la santidad y al
apostolado Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)