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XXXIV Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Martes
Lc 21, 5-11
No quedará piedra sobre piedra . Al salir de la ciudad, un discípulo le mostró a
Jesús el espectáculo de los poderosos muros que sostenían el templo. La respuesta
del Maestro fue sorprendente: dijo que de esos muros no quedaría piedra sobre
piedra. Entonces Andrés, juntamente con Pedro, Santiago y Juan, le
preguntó: “Dinos cuándo sucederá eso y cuál será la señal de que todas estas cosas
están para cumplirse” (cf. Mc 13, 1-4).
Como respuesta a esta pregunta, Jesús pronunció un importante discurso
sobre la destrucción de Jerusalén y sobre el fin del mundo, invitando a sus
discípulos a leer con atención los signos del tiempo y a mantener siempre una
actitud de vigilancia. De este episodio podemos deducir que no debemos tener
miedo de plantear preguntas a Jesús, pero, a la vez, debemos estar dispuestos a
acoger las enseñanzas, a veces sorprendentes y difíciles, que él nos da.
Con este evangelio, el Señor nos dirige también a nosotros las palabras que en
el Apocalipsis dirigió a la Iglesia de Éfeso: “Arrepiéntete. (...). Por tanto, debemos
dejar que resuene con toda su seriedad en nuestra alma esa amonestación,
diciendo al mismo tiempo al Señor: “Ayúdanos a convertirnos. Concédenos a todos
la gracia de una verdadera renovación. No permitas que se apague tu luz entre
nosotros. Afianza nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, para que podamos
dar frutos buenos”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)