Master·evangeli.net
Día litúrgico: Sábado XXXIV del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Lc 21,34-36): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la
embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso
sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la
faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza
y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del
hombre».
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)
Conciencia de vida eterna
Hoy debemos hacer que madure en nosotros una nueva conciencia de nuestra
vocación a la vida eterna, viviendo de tal manera que podamos comparecer —cara
a cara ante Dios— con nuestra vida actual. El tiempo que es pura transición se
desmorona y se convierte en mera caducidad.
Durante las décadas pasadas, se ha arrinconado cada vez más el pensamiento del
más allá y de la vida eterna, y se ha considerado marginal incluso en la predicación
de la Iglesia. Se temía, quizá, que la excesiva atención al pensamiento del más allá
llevara a los cristianos a descuidar este mundo y su concreta realidad histórica.
Parecía que los cristianos se habían preocupado sólo a medias de construir este
mundo, poniendo en juego sólo la mitad de su corazón. Pero, ciertamente, el
mundo no ha resultado más habitable o más humano con estas ideologías.
—Concédeme, Jesús, vivir con "conciencia de vida eterna" y, así, liberarme de la
avidez de querer apurarlo todo e inmediatamente, porque sé que éste es tiempo de
trabajar.
“servicio brindado por el http://evangeli.net/evangelio”. Con permiso a
homiletica.org