Domingo de Navidad (25 dic 11)
GUIÓN RADIOFÓNICO (con preguntas y respuestas)
(para el Evangelio del Domingo 2 B de Adviento)
Y la Palabra se hizo carne (Jn 1, 1-18)
José Martínez de Toda, S.J.
(martodaj@gmail.com)
Venezuela, 25 diciembre 2011
Saludos y Presentación
Moderador/a: Buenos días. Estamos aquí en el Estudio… (Se presentan los participantes).
Hoy es Navidad. Recibir a Jesús es un momento histórico, importante, pues Él es el rostro
humano de Dios, que es Amor y viene para enseñarnos cómo nos debemos amar unos a otros.
Escuchemos esta Buena Noticia para el mundo.
Lectura del santo evangelio según San Juan 1, 1-18
NARRADOR/A - En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la
Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la
tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo para dar
testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la
luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino y en el mundo
estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los
suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos
no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria
propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
JUAN - Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía
antes que yo".
NARRADOR/A - Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia: porque la ley
se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: El Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha
dado a conocer.
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Pregunta 1 – ¿Cómo fue el comienzo de todo?
Nadie lo sabe, pues ningún hombre ni mujer estaba allí. Pero Dios ciertamente estaba
allí al principio de todo: antes de las estrellas, de la materia, de la vida, del „Big Bang‟. Dios
nos da algunos datos preciosos para quienes no estuvimos allá.
Los puso en dos versiones, que tienen el respaldo y la garantía de Dios. Una está al
comienzo de la Biblia: en el Génesis. La otra está al comienzo del evangelio de S. Juan. Las
dos comienzan con la misma frase: “ En el principio ”. Y siguen así:
− Ambos (Génesis y este Prólogo de Juan) son relatos de la creación a través del
Verbo de Dios.
− Ambos hablan de la oscuridad, pero también de la luz , que llega a darse por medio
del Verbo de Dios, para penetrar y derrotar a las tinieblas.
− Ambos hablan de vida . En el Génesis la palabra de Dios da vida al hombre; en el
Prólogo de Juan, el Verbo de Dios le da vida eterna a la humanidad.
Juan pone al Verbo al comienzo de todo – antes del tiempo – antes de la creación del
mundo. El Verbo no es parte de la creación – no fue creado – pues estaba con Dios antes de la
creación.
„Verbo‟ y „Palabra‟ en griego se dicen Logos . Es una palabra común en los grandes
filósofos griegos. Ellos creen que el mundo es sumamente volátil, pero se encuentra bajo el
poder del Logos , del Verbo. Y Juan les dice a los griegos: “Jesús es el Logos venido a la
tierra. Jesús es la mente de Dios en forma humana”.
Los judíos también usaban la palabra logos (“Verbo”) y Sofía (Sabiduría),
precisamente porque por respeto y miedo preferían no usar el nombre de „Dios‟.
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”
Pregunta 2 – ¿Fue bien aceptado el Verbo por los hombres?
Dios dio a los hombres desde el principio junto con la vida la libertad.
“En el Verbo estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”
El primer paso de la creación a través del Verbo fue la luz para traer orden al caos y a
las tinieblas de nuestras vidas, porque la luz es más fuerte que las tinieblas: una pequeña luz
puede dispersar hasta la más grande oscuridad – una vela pequeña puede eliminar la
oscuridad de una gran habitación. Pero la luz y las tinieblas están en oposición; y la oscuridad
no puede comprender… a los que caminan en la luz (Juan 12:35)”.
Dios envió a Juan para dar testimonio de la luz (vv. 7-8), para que todos creyesen en
el Verbo. Pero él no era la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo,
pero el mundo no le conoció (v. 10). La luz vino donde podría iluminar el entendimiento
humano. “A los suyos vino, y los suyos no le recibieron” (v. 11).
Mucho del mundo de hoy todavía se encuentra en rebelión – todavía prefiere las
tinieblas a la luz, porque sus obras son malas (3:19-20).
“Mas a todos los que creen en Él, les dio poder para ser hechos hijos de Dios” (v.
12), para pertenecer a la familia de Dios como hijos – adoptados en su familia, pero plenos
herederos – autorizados para recibir todos los derechos y privilegios como miembros de
familia.
“Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de
Dios”. Es irrelevante ser descendiente de Abrahán según el orden natural. Lo importante es
el reproducir la fe de Abrahán. Es lo único que importa ante Dios.
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Jesús dirá más tarde: “ El que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios… el
que no naciere de agua y del Espíritu ” (3:3, 5).
Pregunta 3 – ¿Qué es lo más importante en el Prólogo de Juan?
La parte central del Prólogo es lo que sigue: “Y el Verbo se hizo carne ” ( sarx ) (v.
14a). Esta declaración sonaba alarmante, fea y vulgar para muchos filósofos griegos, que
pensaban que toda materia es mala, de forma que Dios no podía convertirse en carne ( sarx) .
Pero el Verbo haciéndose carne es la culminación de la revelación de Dios-Amor. Y
así como antes habló por medio de los profetas, ahora habla a través de su Hijo (Hebreos 1:1-
2).
Y habitó y estableció su hábitat entre nosotros ” (v. 14 b ), a pesar de que entre el
mundo de Dios y el nuestro existe un gran abismo (Lucas 16:26). Pero Dios, por amor, une
estos dos mundos poniéndose a si mismo como puente entre ambos.
La Palabra de Dios se ha hecho carne ». Dios no es mudo. No ha permanecido
callado, encerrado para siempre en su Misterio. Dios se nos ha querido comunicar. Ha
querido hablarnos, decirnos su amor, explicarnos su proyecto. Jesús es sencillamente el
Proyecto de Dios hecho carne.
Dios no se nos ha comunicado por medio de conceptos y doctrinas sublimes que sólo
pueden entender los doctos. Su Palabra se ha encarnado en la vida entrañable de Jesús, para
que lo puedan entender hasta los más sencillos, los que saben conmoverse ante la bondad, el
amor y la verdad que se encierra en su vida.
Esta Palabra de Dios « ha acampado entre nosotros ». Han desaparecido las distancias.
Dios se ha hecho «carne». Habita entre nosotros. Para encontrarnos con él, no tenemos que
salir fuera del mundo, sino acercarnos a Jesús. Para conocerlo, no hay que estudiar teología,
sino sintonizar con Jesús, comulgar con él.> (Pagola)
Muchas familias se reúnen en torno a una mesa el día de Navidad. Hagamos que la
niñita pregunte:
-Abuelo, ¿por qué nos hemos reunido? ¿Qué celebramos?
Y alguien tiene que contar a los hijos la historia de Jesús.
Un año más el Niño Jesús viene a nuestro mundo y a nuestras vidas ajetreadas y
disipadas, para que vivamos su vida nueva del Amor.
El evangelio de hoy nos permite ahondar en el misterio encerrado en Jesús.
“Y de su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia ” o más gracia por
encima de la gracia, con la misma constancia y generosidad del mar, que nos envía sus olas
sin interrupción.
Pregunta 4 – ¿Alguien ha visto a Dios?
“A Dios nadie lo vio jamás” (v. 18a). Pero ahora, por Jesús, podemos ver a Dios con
más claridad. „Ver‟ incluye y va más allá de un mero entendimiento de los sentidos; como
hijos de Dios, podemos descubrir la benevolencia y seguridad divinas.
Sólo Jesús nos ha contado cómo es Dios. Sólo él es la fuente para acercarnos a su
Misterio.
<Cómo cambia todo cuando uno capta por fin que Jesús es el rostro humano de Dios.
Todo se hace más simple y más claro. Ahora sabemos cómo nos mira Dios cuando sufrimos,
cómo nos busca cuando nos perdemos, cómo nos entiende y perdona cuando lo negamos. En
él se nos revela «la gracia y la verdad» de Dios.> (Pagola).
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Despedida
Les invitamos a la Misa, a la Eucaristía, sacramento del amor. Allí visitamos el
Pesebre junto con todos los hermanos, hijos de Dios. El Niño Jesús nos enseña a hacernos
humildes para comunicar el amor y disfrutar de Él.
FIN
<Este GUIÓN RADIOFÓNICO y el de otros domingos pasados y futuros se hallan en
http://www.homiletica.org/ciclos.htm , en
http://www.jesuitas.org.co/documentos/dominical/JoseMartinez/Archivo.html
Los elaborados en Power Point (para Misas, catequesis, etc) pueden verse en
http://homiletica.org/JosemartinezdetodaCICLOAPP.htm
Parte de ellos también se pueden ver en http://www.radioevangelizacion.org y en
www.facebook.com/PildorasdeFe
Se transmite en 72 emisoras de Unión Radio (Venezuela). En Caracas: Unión Radio
FM 90.3 a las 5am, 7am y 10pm dentro de la Misa del P. Honegger Molina; la misma
Misa con los Diálogos se transmite en Unión Radio AM 1.100 a las 5am, 7am y 8pm; en
DirectTV 980; y en http://www.unionradio.net en „Audio en vivo‟ en esos mismos horarios.
La grabación está hecha por dos catequistas y el P. Honegger.
Advertencias al Equipo de Locutores :
Conviene que haya un Moderador, que salude al principio, despida y haga las preguntas.
Ellas son respondidas por los otros participantes en el programa.
El programa puede durar unos 15 minutos. Conviene que se reúnan antes para orar juntos,
seleccionar y discutir.
Es importante tener mucho cuidado en no simplemente “leer” el Guión, como si fuera un
cuestionario, sino que lo asuma como una guía de conversación. En radio se nota en seguida
cuándo uno está leyendo, y cuándo conversa. Por ejemplo, en la conversación solemos mover las
manos, sobre todo si estamos contando algo importante; el que simplemente lee, no mueve las
manos.
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