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II Semana del Adviento
Sábado
Mt 17, 10-13
Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron . Ayer contemplábamos a San Juan
Bautista como el precursor (cf. Hch 13, 24) inmediato del Señor, enviado para
prepararle el camino al Señor (cf. Mt 3, 3), el evangelio de hoy es continuación del
ayer, y en este contexto, Jesús hace referencia al Bautista, cuando dice que Elías
ha venido ya, pero no lo reconocieron, a pesar de que vino “con el espíritu y el
poder de Elías” (Lc 1, 17), y dio testimonio de Jesús mediante su predicación, su
bautismo de conversión y finalmente con su martirio (cf. Mc 6, 17-29). Elías, por su
parte, es el padre de los Profetas, de aquellos que buscan el Rostro de Dios. En el
monte Carmelo, obtiene el retorno del pueblo a la fe gracias a la intervención de
Dios.
Este mismo reclamo nos lo puede haer Jesús hoy a nosotros, si no lo
reconocemos a Él en este tiempo de gracia y de salvación. La liturgia de Adviento
nos repite constantemente que debemos despertar del sueño de la rutina y de la
mediocridad; debemos abandonar la tristeza y el desaliento. Es preciso que se
alegre nuestro corazn porque “el Seor está cerca”.
San Juan es un personaje del Adviento, que nos indica el espíritu con el cual
nos hemos de preparar al encuentro del Señor. Juan creció en el desierto, llevando
una vida austera y penitente (cfr. Lc 1,80; Mt 3,4); “recorri toda la regin del
Jordán, predicando un bautismo de conversin para el perdn de los pecados” (Lc
3,3); como nuevo Elías, humilde y fuerte, preparó al Señor un pueblo bien
dispuesto (cfr. Lc 1,17). Así, nosotros continuemos la preparación a la Navidad ya
próxima.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)