Una brújula para encontrar la orientación
2011-12-12
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-48
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de
Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el
saludo de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para
que la Madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el
niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa Tú, que has creído, porque se cumplirá
cuanto te fue anunciado de parte del Señor».
Entonces dijo María: «Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en
Dios mi Salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava». Palabra del
Señor.
Oración introductoria
Ven, Espíritu Santo, y llena de amor esta oración para que sepa, como tu Madre
santísima, encaminarme con rapidez y diligencia a proclamar tu mensaje de amor.
No tengo porque temer porque, gracias a mi Madre de Guadalupe, sé que Tú y ella
me acompañan en mi camino.
Petición
Santísima Virgen de Guadalupe, haz que me deje modelar por tu ejemplo y calor de
madre.
Meditación
Una brújula para encontrar la orientación
«El profeta encuentra su alegría y su fuerza en la Palabra del Señor, y mientras los
hombres buscan con frecuencia la felicidad por caminos que se revelan
equivocados, él anuncia la verdadera esperanza, la que no nos decepciona, pues
está fundamentada en la fidelidad de Dios. Todo cristiano, en virtud del Bautismo,
ha recibido la dignidad profética: que cada uno pueda redescubrirla y alimentarla,
con una asidua escucha de la Palabra divina. Que así no los alcance la Virgen María,
a quien el Evangelio llama bienaventurada porque ha creído en el cumplimiento de
las palabras del Señor […] La liturgia nos invita con insistencia a la alegría en el
Señor . Que la intercesión amorosa de Santa María, que bajo la advocación de
Nuestra Señora de Guadalupe, es invocada fervientemente como Madre por los
hombres y mujeres del pueblo mexicano y de América Latina, aliente este tiempo
de gozo y esperanza y fomente el ineludible ejercicio de la caridad con los más
necesitados» (Benedicto XVI, 12 de diciembre de 2010).
Reflexión apostólica
«Al aceptarnos hijos, María compromete su amor: un amor perfecto, animado de
ternura y de compasión por todos sus hijos, especialmente por los pecadores; un
amor exigente y auténtico, que busca el bien de sus hijos; un amor lleno de
misericordia, que intercede por todos ante Dios para alcanzar las gracias que cada
uno necesita para su santificación, su vida ordinaria y su acción apostólica» (Manual
del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 131).
Propósito
Asistir a misa, preferentemente a un santuario mariano y en compañía de la
familia.
Diálogo con Cristo
La situación mundial de violencia reclama mi compromiso serio en la
evangelización. Quiero y debo identificarme con mi misión, como María, para poder
hacer lo que me toca para transformar, con mi amor, el corazón de mis hermanos.
Hoy, Madre mía, quiero agradecerte todas las gracias que me has alcanzado y
pedirte tu bendición para que reine la paz en mi familia y entorno social.
«Contemplando el ejemplo de María, renace la esperanza y la seguridad del éxito
final. ¡Como ella, sean humildes, puros y obedientes! ¡Como ella, sean apóstoles!»
( Cristo al centro, n. 1532).