Aceptar con valentía el proyecto de Dios en nuestra vida
2011-12-08
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David,
llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde Ella estaba y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo». Al oír estas palabras, Ella se preocupó mucho y se preguntaba qué
querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a
concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será
llamado Hijo del altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin».
María le dijo entonces al ángel: «¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco
virgen?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha
concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay
nada imposible para Dios». María contestó: «Yo soy la esclava del Señor, cúmplase
en mí lo que me has dicho». Y el ángel se retiró de su presencia. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Ven, Espíritu Santo, ilumina y fortalece mi espíritu para que, como María, pueda
disponer mi mente y mi corazón a escuchar y responder con generosidad a lo que
hoy me quieres decir en esta meditación.
Petición
Ayúdame, Señor, a no abusar de mi libertad al someterme a la esclavitud de mis
pasiones: orgullo, vanidad, sensualidad.
Meditación
Aceptar con valentía el proyecto de Dios en nuestra vida
«María ha pronunciado su “fiat”, “se ha abandonado a Dios sin reservas y ´se ha
consagrado totalmente a sí misma, como esclava del Señor, en la persona y en la
obra de su Hijo´” […] María ha creído de verdad que “nada es imposible para Dios”
y, firme en esta confianza, se ha dejado guiar por el Espíritu Santo en la obediencia
cotidiana a sus planes. ¿Cómo no desear, para nuestra vida, el mismo abandono
confiado? ¿Cómo nos podremos oponer a esta felicidad que nace de una profunda e
íntima familiaridad con Jesús? Por esto dirigiéndonos hoy a la “llena de gracia”, le
pedimos obtener para nosotros también, de la Providencia Divina, el poder
pronunciar cada día nuestro “sí” a los planes de Dios con la misma fe humilde y
sincera con la que Ella pronunció el suyo. Ella que, acogiendo en sí la Palabra de
Dios, se abandonó a Él sin reservas, nos conduzca a una respuesta más generosa e
incondicional a sus proyectos, también cuando en ellos se nos llama a abrazar la
cruz. » (Benedicto XVI, 1 de junio de 2011).
Reflexión apostólica
«La mayor demostración del amor y gratitud hacia María consiste en el gozoso y
confiado esfuerzo por imitar sus virtudes, puesto que un hijo se manifiesta más
cercano a su madre cuanto más se parece a ella en su pensar, en su querer y en su
actuar » (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 169).
Propósito
Rezar un rosario y pedir a María su intercesión para crecer en la fe.
Diálogo con Cristo
Jesús, ayúdame para que el sí amoroso e incondicional de María se grabe
profundamente en mi corazón. Que su ejemplo de obediencia y generosidad sea el
faro que guíe mi vida. Que sepa comprender y transmitir la alegría de tu
encarnación. Éste es el compromiso del Adviento: llevar la alegría a los demás,
porque la alegría es el verdadero regalo de la Navidad. Esa alegría la puedo
comunicar de un modo sencillo: con una sonrisa, con un gesto bueno, con una
pequeña ayuda, con un perdón.
«Esa hondura interior fue lo que le permitió a María escuchar la propuesta del
ángel, lo que la iluminó en momentos de oscuridad e incomprensión, lo que la
fortaleció en los momentos de dolor y, finalmente, lo que la mantuvo en la
esperanza cuando todos los apóstoles huyeron ante la sombra de la cruz»
( Cristo al centro, n. 1499).