“el Padre de ustedes, que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de
estos pequeños.”
Mt 18, 12-14
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. ¿QUÉ LES PARECE?
Jesús dijo a sus discípulos: ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de
ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la
que se extravió? Jesús nos enseña a no despreciar a nadie, y si alguien se extravía del
camino de rectitud, no debemos abandonarlo, al contrario debemos hacer cuanto este de
nuestra parte para que vuelva a caminar por el buen sendero. Si el pastor tiene una solicitud
extrema por que no se pierda ni una sola oveja de su rebaño, hasta ir en busca de una que
se extraviase, es ello señal de su amor por la misma. No se ha de perder ni una.
El Señor, quiere que todos nos salvemos, todos somos sus hijos queridos, en otra palabra
la voluntad del Padre, es salvar a todos los hombres, grandes y pequeños.
2. ALGUNAS INDICACIONES PRECIOSAS ACERCA DE LA VIDA PARA EL
QUE VACILA EN LA FE
En esta parábola de la oveja perdida, Jesús comunica a los discípulos algunas indicaciones
preciosas acerca de la vida para el que vacila en la fe. Dejar las noventa y nueve ovejas
para buscar una es una locura; pero así es la locura de Jesús y debe ser la locura de la
comunidad. La comunidad no debe dejarse guiar por criterios de eficiencia, sino por el
"cuidado" con el pequeño, con el insignificante, con el marginado o lejano, por el motivo que
fuere. No se asegura automáticamente el éxito “Si llega a encontrarla”, dice el Señor, pero
se estimula a la comunidad a no olvidar nunca el buscar la oveja perdida, porque será
fuente de gran alegría.
3. SE ALEGRARÁ MÁS POR ELLA QUE POR LAS NOVENTA Y NUEVE
QUE NO SE EXTRAVIARON.
Dice Cristo: “Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las
noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre de ustedes, que está
en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”
Pero a los pequeños que se refiere son los sencillos, los humildes, los que no tienen gran
relevancia. Muchos hombres de condición humildes, como consecuencia de no poder
conseguir sus necesidades, se equivocan y optan por el mal camino y se pierden y caen en
el pecado. Son a estos hombres a los que debemos prestar nuestro auxilio. A estos
hombres son a los que debemos buscar para hacerles sentir que tengan confianza en el
Señor, y enseñarles que Dios tiene una profunda bondad, una gran misericordia y que
busca su salvación.
4. EL REINO DE DIOS ES PARA TODOS, TAMBIÉN ES PARA AQUELLOS
QUE SE CONSIDERAN PECADORES
Muchos arrepentidos modifican de tal forma su mal camino, que superan y aventajan a
quien siempre se ha considerado justos, y de esto se alegra el Señor. Es decir, la
conversión de un pecador, produce un gran gozo, porque fue grande también la tristeza
cuando lo vio perdido en las faltas.
Porque el Señor nos ha enseñado siempre que el reino de Dios es para todos, también es
para aquellos que se consideran pecadores. Es así, como cuando uno se aleja de Dios por
el pecado, el Señor no lo abandona y lo sigue con interés y con su gracia para darle
salvación.
5. EL PADRE TENDRÁ LA MÁXIMA SOLICITUD POR QUE NINGUNO SE
PIERDA.
Así es el amor y solicitud del Padre por sus hijos, en especial por estos “pequeños,” por
muy desestimados y despreciados que se los considerase socialmente. En efecto, las
gentes así despreciadas tienen el amor del Padre, hasta tal punto, que el reino también es
para ellos. Y el Padre tendrá la máxima solicitud por que ninguno se pierda.
Entonces si el Señor tiene tanto interés es nuestra salvación personal, también nosotros
debemos poner el mismo interés en nuestra propia salvación alejándonos de la faltas y no
extraviándonos por un camino de perdición y lejos de la gracia. Entonces busquemos hacer
buenas obras para acercarnos a la misericordia del Señor.
Del mismo modo no pongamos resistencia al llamamiento de Dios, El nos busca, El nos
guía, El Nos ayuda con su gracia, El nos mira con bondad, El se preocupa por nosotros, El
nos tiene en su corazón.
El Señor les Bendiga