Domingo IV Adviento, ciclo B
Padre Emilio Betancur Múnera
PARA ENGENDRAR LA FE
Cuando murió Saúl, David quedó como cabeza del reino, doce tribus unidas a él.
En las colinas de Sión David conquistó un lugar, Jebus (antiguo nombre de
Jerusalén), que no pertenecía a ninguna de las doce tribus. Por consejo del profeta
Gad compró un lugar de la colina a donde transportó el Arca de la Alianza
colocándola bajo una tienda, como ocurrió en el desierto. Al lado construyó su
palacio, cayendo en cuenta que el arca estaba en una tienda, le dijo a Natán: “te
has dado cuenta que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios
sigue alojada en una tienda de campaa?”, “Anda y haz lo que te dicte el corazn
porque el Señor está contigo, le respondió Natán (primera lectura).
Aunque construir un templo aseguraba un reino durable era mejor asegurar las
gracias del Señor. Como los pensamientos de Dios no son los nuestros como diría
Isaías, David no podría construirle una casa a Dios, primero porque Dios no le había
pedido casa y segundo a Dios no se le podía fijar un lugar, además el benefactor
era Dios y no David, “Soy yo quien asentaré en este lugar a mi pueblo Israel… y a ti
te haré descansar de todos tus enemigos”. David le iba a construir a Dios una casa
pero éste le construye una dinastía estable, para siempre.
En Jesucristo la promesa se cumple más allá de lo que esperaba Israel, porque el
hijo de David es hijo de Dios.
En el relato de la Anunciación, Lucas hace mención de la Alianza llevada a cabo
entre Dios y el rey David.
El texto del evangelio de hoy Lc 1, 26-38, clave para la comprensión del misterio de
la Encarnación, Navidad, está lleno de alusiones a la primera Alianza (A.T)
El sexto mes que tiene relación a la gravidez de Isabel, es para unir a María a la
misma historia de salvación de Isabel, Zacarías y los antepasados.
Cuando el ángel saluda a María con el “alégrate” es para significar la actitud con la
que María debía acoger el anuncio haciendo eco a Sofonías 3,14: “Grita Ciudad de
Sin, lanza vítores, Israel, festéjalo, exultante, Jerusalén capital!”. Así María es un
signo del Israel que ha permitido dar inicio al tiempo mesiánico.
El ángel le cambio de nombre a María: “llena de gracia”, “El Seor está contigo
aparece en los relatos de la primera alianza donde toda misión se cumple gracias a
la asistencia divina”.
Ya el diálogo con el ángel había sido una aceptación pero María quiere preguntar,
el temor humano siempre esta precedido por el amor de Dios, “no temas María
porque has encontrado gracia delante del Seor”, “él nos am, primero, dice Juan,
en esto consiste el amor, no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El
nos am y envi a su Hijo para perdonar nuestros pecados” (1 Jn 4,10).
Para Lucas Jesús es rey porque es Hijo del Altísimo, su realiza se debe a la relación
con Dios desde su nacimiento. La espera de Juan Bautista por parte de Isabel es
signo y verificación para María, ella pudo haber pensado si Isabel que era estéril
lleva seis meses de embarazo, será más fácil para mí tener un hijo porque soy
virgen.
La respuesta de María “Aquí tienes a la esclava del Señor que se cumpla en mí tu
palabra” más que humildad indica la radicalidad disponibilidad a acoger en su seno
al don gratuito de Dios, llamado Jesús. Con razón Lucas presenta a María como el
modelo de creyente.
ENGENDRE SIN CONSUMISMO
A la Iglesia le corresponde seguir engendrando a Jesús en el corazón de los
creyentes y enseñarnos a reconocer la transcendencia de Dios en la humanidad de
Jesús. Así el don de Dios y la fe del creyente se iluminan mutuamente.
El pesebre es para la comunidad cristiana de Lucas un espejo de la fe y el proyecto
de Dios sobre la comunidad.
La fiesta de Navidad absorbida por el consumismo exagerado puede ser la
oportunidad pastoral para mirar y hablar de Dios de manera distinta ya que el
radicalmente trascendente es radicalmente inmanente. Desde la inmanencia
siempre estamos en la inmanencia, desde el consumismo siempre estamos en el
consumismo y desde el pesebre sin la palabra de Dios podemos llegar a ser
maestros pesebristas pero no servidores de la revelación profesionales de la
Encarnación y el Misterio. Por el nacimiento de Jesús en Belén significa para
nosotros que sólo en lo humano podemos y debemos encontrarnos con
Dios. El misterio de la Encarnación (Navidad) es la buena noticia de la
humanización de Dios en Jesús de Nazaret.
Si la Navidad no da razón de la Encarnación (Dios hecho hombre en Jesucristo) los
pesebres hechos en China, Europa o en las artesanías locales continuarán llenando
el espacio del misterio de la Encarnación con propuestas comerciales, quedando la
Navidad en manos de la cultura religiosa o del folklor costumbrista, o algo aún más
grave de la música de carrilera, la más vulgar de todo el año.
El pesebre es la mejor escuela para aprender a tener “los mismos sentimientos de
Jesús” (Flp 2.5).
ORACIÓN
“Derrama Seor, tu gracia en nuestros corazones, para que, quienes hemos
conocido por el anuncio del ángel la Encarnación de tu Hijo, lleguemos, por su
pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo. Señor Jesucristo, tu
Hijo…
LECTURAS DEL DÍA
PRIMERA LECTURA
El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor
Lectura del segundo libro de Samuel 7,1-5. 8b-12. 14a.16
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos
los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán:
- «Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una
tienda.»
Natán respondió al rey:
«Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.»
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
«Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir
una casa para que habite en ella?
Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi
pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos,
te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi
pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré
que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi
pueblo Israel.
Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Y,
cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después
de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su
realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán
por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre."»
Palabra de Dios.
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Salmo responsorial
Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 (cf. 2a)
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas
las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has
afianzado tu fidelidad.» R
«Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: "Te fundaré un linaje
perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades."» R.
Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Le mantendré
eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R .
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SEGUNDA LECTURA
El misterio, mantenido en secreto durante siglos, ahora se ha manifestado
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16,25-27
Hermanos:
Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo
Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y
manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por decreto del Dios
eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio,
por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
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Aleluya Lc 1, 38
Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la
estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
- «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú eres entre las
mujeres.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
- «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu
vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará
sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel:
- «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
- «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya
está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó:
- «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra de Dios