Comentario al evangelio del Miércoles 14 de Diciembre del 2011
Queridos amigos, paz y bien.
San Juan de la Cruz nos muestra hasta dónde puede llegar una persona que se deja en las manos
de Dios. Las experiencias místicas, que san Juan intenta transmitir en sus obras, son una respuesta al
mandato evangélico de Cristo de anunciar lo visto y oído.
Cada uno de nosotros tiene una experiencia de Dios, más o menos intensa, pero siempre real. Si
la alimentamos como alimentamos al cuerpo, si cuidamos nuestra alma un poco cada día, podríamos
crecer mucho. No sé si llegaríamos a la experiencia mística, pero sí que notaríamos un avance.
Mucha gente está en búsqueda, preguntan, quieren encontrar sentido a su vida. Nosotros, que
hemos visto y oído lo que Cristo ha hecho y hace en nuestra vida, ¿qué las podemos decir? ¿Hemos
encontrado la felicidad plena, y estamos dispuestos a llevarla a los demás? ¿Evangelizamos, cada uno
desde nuestro puesto, al mundo que nos rodea?
Todos nosotros debemos ser un poco “Bautistas”. Apuntar en la dirección correcta, llevar a los
demás hacia la Luz, hacia el Salvador, que se dedicó a pasar por el mundo haciendo el bien. Que no
pasen en balde los días sin haber ayudado a nadie. A lo mejor, puedes empezar por tu propia casa.
¿Ven los tuyos que para ti ser cristianos es importante? ¿A qué renuncias por Él?
Estamos en la tercera semana de Adviento. Si aún no has tenido tiempo de leer un poco más la
Biblia, de dedicar un tiempo a Dios, de hacer algo por los demás, de salir un poco de ti, quizá sea ya
hora de ponerse a ello. Dentro de diez días, nos encontraremos con el Niño que viene a nosotros. ¿Qué
le vas a presentar?
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C.M.F
Alejandro José Carbajo, cmf