Comentario al evangelio del Viernes 16 de Diciembre del 2011
Queridos amigos, paz y bien.
El contexto del Evangelio de hoy es el de una controversia de Jesús contra los jefes judíos. Como
siempre, los líderes que no pueden negar la evidencia, le acusan de violar el sábado. Hay gente así, que
critican la intención, cuando no pueden criticar la obra.
Jesús responde, poniendo a cada uno en su sitio. Incluso a Juan. Para que todo esté claro. Juan es la
lámpara. Los que vivimos en ciudades muy al norte, donde amanece muy tarde, y anochece muy
pronto, agradecemos la luz. Puede que sea una luz pequeña, pero es mejor que la oscuridad.
Ahí entramos nosotros. Como nuevos “Bautistas”, tenemos que ser luz en el camino para los demás.
Para eso, a lo mejor algo tiene que cambiar en lo que hacemos, vivimos y decimos. No es fácil ser
testimonio de apertura. Cuesta cambiar los viejos clichés. Ver en lo profundo, y no quedarse en la
superficie.
El profeta Isaías recuerda que todos se reunirán en la casa del Señor. Para ello, invita a todos a obrar
bien. A extranjeros y propios, porque el Señor reúne a los pueblos. Y de cómo brille nuestra luz,
dependerá cuánta gente reciba la luz y, quién sabe, la conversión de alguna oveja descarriada. Nunca
sabes quién puede leer lo que publicas en internet, y tampoco sabes a quién puedes ayudar con tu
ejemplo. Por eso, merece la pena esforzarse. Sabiendo que es Cristo el que salva, pero que necesita
nuestra ayuda cada día. ¿Te apuntas?
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C.M.F.
Alejandro Carbajo, cmf