Comentario al evangelio del Jueves 22 de Diciembre del 2011
Querido amigo/a:
Si ardiera tu casa y sólo pudieras llevarte tres cosas, ¿qué rescatarías? ¿Qué es para ti lo más valioso?
¿Quién te ha ayudado y querido más? ¿A quién estás agradecido? Disculpa este bombardeo de
preguntas. Te lo sintetizo todo en una: ¿por qué das gracias a Dios? Te lo vuelvo a preguntar con la
antífona que la liturgia nos propone hoy como salmo: ¿por qué se regocija tu corazón? Déjalo sentir
durante unos instantes escuchando sus latidos…
De vez en cuando necesitamos recordar, actualizar o tomar conciencia, si no lo has hecho, de los
signos de agradecimiento. En palabras del Magníficat que hoy meditamos como lectura evangélica,
“de las obras grandes que el Poderoso ha hecho por mí”. Porque una gran parte de lo que somos se lo
debemos a Dios, a la obra de su gracia y amor en nosotros.
En la Palabra de hoy, Ana da gracias por el nacimiento de su hijo Samuel. María canta, da gracias, por
lo que el Señor ha hecho por ella. Agradecimiento. Reconocimiento de lo que el Señor ha hecho en ti y
de lo que quiere hacer. Porque a veces, quiere y no puede. No puede porque no siempre somos dóciles,
no siempre dejamos al Espíritu Santo actuar en nosotros. Déjate querer, deja que tu corazón se
regocije, deja que el nacimiento del Niño Dios llegue a ti. Porque llega a todos, especialmente y con
fuerza a “los humildes” y “hambrientos” de todo tipo. Nos lo amplía el Primer libro de Samuel que la
liturgia de la Palabra utiliza hoy como interleccional:
Se rompen los arcos de los valientes, / mientras los cobardes se ciñen de valor; / los hartos se contratan
por el pan, / mientras los hambrientos engordan; / la mujer estéril da a luz siete hijos, / mientras la
madre de muchos queda baldía. R.
Él levanta del polvo al desvalido, / alza de la basura al pobre, / para hacer que se siente entre príncipes
/ y que herede un trono de gloria. R.
¿Por qué das gracias? ¿Por qué se regocija tu corazón? La antífona de hoy que vamos siguiendo estos
días reza: “Oh Rey” (Rex). El acróstico ya casi está revelado. De momento las letras dicen: SARCOR_
Nos falta la última letra para descifrar esta expresión en latín que esconde la primera letra de cada
antífona.
Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf
Juan Lozano, cmf