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IV Semana del Adviento
Lunes
Lc 1, 5-25
El nacimiento de Juan es anunciado por un ángel . La concepción de Juan el
Bautista, el precursor del Señor, fue algo milagroso y maravilloso: fue anunciada de
una manera especial. El nacimiento de Juan es anunciado con palabras casi tan
majestuosas como las reservadas a Jesús. Esto se debe a que Juan fue el heraldo
del Mesías, el vinculo entre el Nuevo y el Antiguo Testamento, El hombre más
grande de su época (Lc 7:28). No obstante, Lucas añade a la narración diversas
profecías relativas a la singular importancia de Jesús (Lc 2:22-38) y de esta forma
señala la trascendencia de su persona y misión.
El ángel del Señor dijo a Zacarías: “No sientas miedo, tus oraciones han sido
escuchadas y tu esposa Isabel concebirá un hijo al que le llamarás Juan y... él será
lleno del Espíritu Santo incluso desde el vientre de la madre. Y él convertirá muchos
de los hijos de Israel al señor su Dios. E irá antes que él en el espíritu y poder de
Elías; Él podrá tornar el corazón de padres en niños y los incrédulos a la sabiduría
de los justos, para prepararle al Señor un pueblo perfecto”.
Zacarías no creyó y lo tomó como el anuncio de un castigo. Retornó a su casa
y al poco tiempo Isabel concibió su hijo y lo ocultó por cinco meses. De acuerdo con
la tradición, en el sexto mes, el ángel Gabriel le dijo a María que su prima Isabel
había concebido un hijo. María fue a la casa de su prima y cuando Isabel escuchó el
saludo de María, una criatura saltó de júbilo en su vientre, como si sintiera la
presencia del Señor. La escritura dice que María se quedó en casa de Isabel por
tres meses, o hasta el nacimiento de Juan. En el octavo mes ellos vinieron para
verificar la circuncisión del niño y le pusieron el nombre de su padre Zacarías, pero
Zacarías había escrito que su nombre era Juan.
El nuevo testamento no menciona nada respecto de sus primeros años hasta
que empezó su ministerio. Juan el hijo de Zacarías desempeño su ministerio cerca
del río Jordán predicando que hicieran penitencia por que el reino de los cielos
estaba por llegar. Todo esto, pronto lleva nuestra mente al nacimiento de Jesús que
se acerca y a urgirnos a prepararle nuestra mente y nuestro corazón a Jesús.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)