María, la mejor nota musical salida de las manos de Dios.
Domingo 1º. 012 B
Llega al año nuevo con amplias expectaciones de paz, de justicia, de libertad, de
alegría y en progreso para todos los hombres en el que esté incluido cada uno de
ellos. Tenemos derecho a mirar con confianza el futuro porque estamos en las
manos de Dios. Y los que conocen, dicen que en una orquesta sinfónica, no hay
nadie tan importante como el primer violín, al que se refieren todos los
instrumentos de la orquesta, siendo el primer aliado del director. Así me imagino la
llegada del nuevo año, con el mejor director de orquesta que pudiéramos tener a
mano, el artista, el artífice de nuestra vida, de nuestra paz y de nuestro amor. Es
nuestro Dios, y a María la imagino precisamente como el primer violín, porque ella
con su vida entera ha tocado la mejor nota musical que podría salir de las manos
de Dios, y nos invita a unirnos a esta gran orquesta de nuestro mundo, tocando la
mejor melodía, la que ella nos ha enseñado cerca de su Hijo Jesús. Para los que se
empeñan en imaginarse a la Iglesia como una sociedad aún machista en nuestro
mundo, el hecho de que coloque a una mujer en el lugar de honor al principio del
año, ya nos da idea de lo contrario, del deseo de la Iglesia de que la mujer ocupe el
lugar que le corresponde en el concierto de la Creación precisamente al lado del
hombre, caminando juntos en la vida, como pareja, hasta hacer precisamente de la
pareja humana un símbolo del amor de Dios a los hombres y su compromiso con
ellos, de contribuir a su paz, a su alegría y a su salvación.
María ha tocado, pues, la mejor nota salida de la lira de Dios, cuando acepta
convertirse en la Madre Dios, cuando recibe a su Hijo en su corazón y con toda su
persona, hasta albergar en su misma entraña al que sería el Salvador de todos los
hombres, y sigue acompañando a todos los hermanos de Cristo hasta llegar a ser
la gran familia de los hijos de Dios en camino al Reino de los cielos. Bienvenido el
nuevo año, pero de la Mano de María, Madre del Señor.
Y no queda espacio sino para señalar apenas que el Papa Benedicto XVI ha querido
señalar para este día de la Jornada Mundial por la paz, a los jóvenes, como
destinatarios de su mensaje, cuando invita a la familia y a todas las instituciones
públicas y privadas a educar a los jóvenes en la justicia, en la paz y en la libertad.
El documento que nos regala el Papa para este día, es precioso, pero sólo me limito
a transcribir dos párrafos dedicados a los jóvenes, invitando a que posteriormente
puedan conocer el documento completo:
“Queridos jóvenes, vosotros sois un don precioso para la sociedad. No os dejéis
vencer por el desánimo ante las dificultades y no os entreguéis a las falsas
soluciones, que con frecuencia se presentan como el camino más fácil para superar
los problemas. No tengáis miedo de comprometeros, de hacer frente al esfuerzo y
al sacrificio, de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y
dedicación. Vivid con confianza vuestra juventud y esos profundos deseos de
felicidad, verdad, belleza y amor verdadero que experimentáis. Vivid con intensidad
esta etapa de vuestra vida tan rica y llena de entusiasmo. Sed conscientes de que
vosotros sois un ejemplo y estímulo para los adultos, y lo seréis cuanto más os
esforcéis por superar las injusticias y la corrupción, cuanto más deseéis un futuro
mejor y os comprometáis en construirlo. Sed conscientes de vuestras capacidades y
nunca os encerréis en vosotros mismos, sino sabed trabajar por un futuro más
luminoso para todos. Nunca estáis solos. La Iglesia confía en vosotros, os sigue, os
anima y desea ofreceros lo que tiene de más valor: la posibilidad de levantar los
ojos hacia Dios, de encontrar a Jesucristo, Aquel que es la justicia y la paz”
El Padre Alberto Ramírez Mozqueda espera sus comentarios en
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