“El Magníficat”
Lc 1, 46- 55”
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. MI ALMA CANTA LA GRANDEZA DEL SEÑOR
El fragmento del evangelio, nos presenta el cántico de María, “El Magníficat”, responde a
una explosión de júbilo en Dios, incubada desde que se había realizado en ella el misterio
de la encarnacin. “El himno de María no es ni una respuesta a Isabel ni propiamente una
plegaria a Dios; es una elevacin y un éxtasis” y una profecía.
María dijo entonces; “Mi alma canta la grandeza del Seor, y mi espíritu se estremece de
gozo en Dios, mi Salvador”, este canto es la una expresin elevadísima del alma de María,
donde las lágrimas de alegría, gozo y esperanzas, se encierran en el Corazón de la Virgen
María.
Podemos observar, en este cántico, la alabanza de María a Dios por la elección que hizo de
ella, el reconocimiento de la providencia de Dios en el mundo y como con esta obra se
cumplen las promesas hechas.
2. “PORQUE ÉL MIRÓ CON BONDAD LA PEQUEÑEZ DE SU
SERVIDORA”.
La humildad de la Virgen María , es la causa de su grandeza, como ella, se humilla hasta en
lo más ínfimo y Dios la eleva a lo más alto de la dignidad.
La alabanza que hace María a Dios por la elección que hizo en ella, engrandeciendo a Dios,
ella esta profundamente agradecida, así es como le bendice y le celebra.
Este gozo de María es en Dios “mi Salvador.” Nunca como aquí cobra esta expresin el
sentido mesiánico más profundo. Ese Dios Salvador es el Dios que ella lleva en su vientre,
y que se llamará Jesús, Yehoshúa, es decir, Yahvé salva. Y ella se goza y alaba a Dios, su
Salvador.
María atribuye esta obra a la pura bondad de Dios, que mir la “humanidad” de su
“esclava.” Fue pura eleccin de Dios, que se fij en una mujer de condicin social
desapercibida, aunque de la casa de David. Pero por esa mirada de elección de Dios,
“desde ahora” es decir, en adelante, la van a llamar “bienaventurada todas las
generaciones.”
3. “EN ADELANTE TODAS LAS GENERACIONES ME LLAMARÁN FELIZ”
“En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”, por esa dignidad tan grande a la
cual María fue elevada. Como vemos hoy, todas las generaciones cristianas de todos los
siglos, han cantado las glorias de esta Virgen humilde y amorosa, que fue hecha la Madre
de Dios.
Es la eterna bendición a la Madre del Mesías. Profecía cumplida ya por veinte siglos. Y todo
es debido a eso: a que hizo en ella “maravillas”, cosas grandes la maternidad mesiánica
y divina en ella , el único que puede hacerlas, Dios.
4. “PORQUE EL TODOPODEROSO HA HECHO EN MÍ GRANDES COSAS”.
Esta obra slo podía ser obra de la omnipotencia de Dios. Y “cuyo nombre es Santo.” Es,
pues, obra de la santidad de Dios. ¡Su Nombre es santo!, Su misericordia se extiende de
generación en generación sobre aquellos que lo temen. El pensamiento progresa, haciendo
ver que todo este poder es ejercido por efecto de su misericordia. Esta es una de las
“constantes” de Dios en el Antiguo Testamento. Ya al descubrir su nombre a Moisés se
revela como el Misericordioso (Ex 34:6).
Y ninguna obra era de mayor misericordia que la obra de la redención. Pero se añade que
esta obra de misericordia de Dios, que se extiende de generación en generación, es
precisamente “sobre los que le temen.” Era el temor reverencial a Dios. Así, en el A.T.,
cuando el pueblo pecaba, Dios lo castigaba; pero, vuelto a él, Dios lo perdonaba.
“Despleg la fuerza de su brazo, dispers a los soberbios de corazn.” Con esta metáfora,
se expresa el poder de Dios, que aplasta a los soberbios y exalta a los humildes.
“Derrib a los poderosos de sus tronos, y elev a los humildes.”, como enseándonos a
todos, que si queremos ser grande a los ojos de Dios y ser amados por El, debemos ser
humildes ante los hombres, reconociendo nuestra pequeñez y miseria. Esta imagen celebra
cmo Dios quita a los “poderosos” de sus tronos y “ensalza” a los que no son socialmente
poderosos.
María: a una virgen, la hace madre milagrosamente; y a una “esclava,” madre del Mesías.
5. “COLMÓ DE BIENES A LOS HAMBRIENTOS Y DESPIDIÓ A LOS RICOS
CON LAS MANOS VACÍAS.”
Así María, se coloca en la línea de todos los que son pequeños y humildes, los hambrientos
de Israel, los que están vacíos de si mismos, pero llenos de Dios.
“Socorri a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a
nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.”
A María la elige para enriquecerla “mesiánicamente.” Es lo mismo que canta luego: los
bienes prometidos a Abraham, que eran las promesas mesiánicas. Al fin, todo el Antiguo
Testamento giraba en torno a estas promesas. Con esta Obra cumple Dios las Promesas,
hechas a los Padres.
Con este hermoso himno, María, alaba a Dios por la elección que hizo en ella, reconoce la
Providencia de Dios en el gobierno del mundo y nos recuerda como Dios cumplió las
promesas hechas a los Patriarcas.
Nada será mas agradable a Dios, que lo alabemos como lo hizo María, con las hermosas
palabra que el Espíritu divino la inspiró.
El Señor les Bendiga