1
Natividad del Señor. Misa del dia
Misa del día (Heb 1, 1-6)
Dios nos ha hablado por medio de su Hijo
“Muchas veces y de muchos modos habl Dios en el pasado a nuestros padres por
medio de los profetas, en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo”
( Hb 1, 1-2). Este Hijo es el Verbo eterno, de la misma naturaleza del Padre, que se
hizo hombre para revelarnos al Padre y para hacer que pudiéramos comprender
toda la verdad sobre nosotros. Nos habló con palabras humanas, y también con sus
obras y con su misma vida: desde el nacimiento hasta la muerte en cruz y la
resurrección.
Dios habla a su criatura humana una y otra vez, de muchos modos, y sobre todo ha
hablado fuerte en su Hijo, en el Niño que nos ha nacido. Él nos ha enseñado tantas
cosas y nos grita su amor desde el pesebre de Belén. Sí, como ayer, hoy y
siempre, “Dios nos ha hablado por medio de su Hijo” ( Hb 1, 2) y nos habla
continuamente mediante la predicación del Evangelio y mediante la voz de nuestra
conciencia. En Jesucristo se manifestó a todos los hombres el camino de la
salvación, que es ante todo una redención espiritual, pero que implica lo humano
en su totalidad, incluyendo también la dimensión social e histórica.
Hoy es un día especial para abrir el corazón a la Palabra de Dios hecha carne en la
pobreza de Belén. ¡Pero qué pocas veces escuchamos verdaderamente al Señor
Jesús, porque escuchar implica necesariamente hacer lo que Él nos dice! Sí, la
verdadera fe no consiste principalmente en tener la confianza en que Dios me va a
hacer un milagro si se lo pido, de que me va a liberar inmediatamente de la terrible
prueba que estoy pasando, de que va a solucionar todos mis problemas y males.
Sin duda puede hacerlo y lo hace cuando Él lo considera mejor para nosotros, pero
la fe cristiana no es ante todo un “creo en ti para que Tú me escuches a mí y hagas
lo que yo te digo”, sino un “creo en ti y me pongo a la escucha para hacer lo que Tú
me digas por medio de tu Hijo Jesucristo”.
Para revitalizar la Navidad en nuestras almas es necesario cree y confiar
verdaderamente en Dios, de modo que como el “siervo inútil” de la
parábola hagamos lo que el Niño de Belén nos manda , es decir, adherirnos de todo
corazón y con todo nuestro ser a las palabras, enseñanzas y promesas que Cristo
nos ha dejado, traduciendo nuestra fe en la acción, en obras.
Al considerar de este modo la fe en el Niño que se nos ha dado, descubrimos que
nuestra fe es pequeña y frágil. ¿Qué puedo hacer para que mi fe aumente, y mi
vida sintonice con el mensaje del nacimiento del Hijo de Dios?
La fe es un don, por ello lo primero que debo hacer es pedírselo al Señor cada día
con mucha humildad e insistencia: “Seor, ¡aumenta mi fe! Concédeme el don. Que
pueda yo creer firmemente en Ti, en tus palabras y promesas, como supieron creer
Santa María y los Apstoles”.
Lo segundo es conocer cada día mejor qué es lo que enseña el Señor Jesús. Para
ello es importante leer los Evangelios con frecuencia y meditar las enseñanzas de
Cristo, familiarizarnos con ellas. Decía San Ambrosio: “A Dios escuchamos cuando
2
leemos sus palabras”. Al hacer esta lectura recordemos que debemos entender las
enseñanzas del Señor como la Iglesia las entiende y enseña. La Escritura no puede
estar librada a nuestra “libre interpretacin”. Por ello también es importante
instruirnos sobre las verdades fundamentales de la fe, leyendo continuamente y
estudiando el Catecismo de la Iglesia Católica .
Finalmente es necesario esforzarme por poner en práctica lo que Él nos enseña:
“Hagan lo que Él les diga” ( Jn 2,5). La fe crece, madura y se consolida cuando pasa
a la acción, cuando se manifiesta en nuestra conducta, en nuestras opciones
cotidianas.
Este pobre Nio, para el cual „no había sitio en la posada‟ es nuestra fe, es, a pesar
de las apariencias, el único Heredero de la creación entera. Vino para compartir con
nosotros esta herencia suya, a fin de que nosotros, hechos hijos de la adopción
divina, participemos de la herencia que él ha traído consigo al mundo. Palabra
eterna, nosotros contemplamos hoy tu gloria, “gloria propia del Hijo único del
Padre, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 14). Que, por intercesin de María, la
gozosa noticia del Nacimiento de su Hijo, nos haga crecer en la fe, la fe como
encuentro vivo y personal con el Niño, que se nos ha dado. ¡Feliz Navidad a todos!
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)