“Bendito sea el Señor”
Lc 1, 67-79
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
“Benedictus.” Bendito sea el Señor
Este fragmento del evangelio de san Lucas, nos presenta a Zacarías, padre de Juan
Bautista “lleno del Espíritu Santo,” y con palabras dichas “Proféticamente”, es decir,
Zacarías habla inspirado y movido por la acción divina. Zacarías, es iluminado
proféticamente y con la luz del Espíritu de Dios descubre la realidad, escondida en su hijo,
esto le mueve a alabar a Dios, por la proximidad de la venida del Mesías, el que viene a
libertar a los hijos de Dios.
En la primera parte, se nos habla que la obra de la redención ya esta comenzada. Dice
“Bendito sea el Seor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo”.
Zacarías expresa que en esta oportunidad Dios le ha dado una gran visita a su pueblo, y
que esta visita de bendición, ha traído liberación. Estas obras de redención habían sido
prometidas a Abraham y alcanzaban todo el pueblo de Israel. Para ello levantó el gran
poder salvador en la casa de David. Aquí evoca la promesa hecha por los profetas a través
de toda la historia previa de Israel, con su promesa a Abraham, Isaac, Jacob, las que se
concretan en la casa de David. Es decir, con este “poder,” el Mesías levantado en la casa
de David, se cumple la promesa hecha por Dios a Abraham y su “alianza” (Gen 12:3).
Con esta obra mesiánica los salvará de los “enemigos” y del poder de los que aborrecen a
Israel. Se piensa en los romanos y en la dinastía herodiana, que quitaba la libertad
teocrática a Israel, lo cual era, conforme a la ley, castigo (2 Sam 7:14). Por eso buscan esta
“liberacin” por obra del Mesías, para poder más libremente “servir” a Dios en “santidad” ,
es decir con disposicin interior del alma, y “justicia” es decir, con el cumplimiento de los
preceptos legales, esto siempre: “todos nuestros días.”
En consecuencia, en este relato hecho con elementos tradicionales, se está enseñando la
accin de “redencin” espiritual del Mesías. El liberará, conforme a las promesas bíblicas,
del castigo enemigo, por el poder del Mesías: siempre por él y en función de él, como por él
aún a siglos de distancia, las catástrofes de Israel, tenían que ser episodios. Entonces Israel
será santo y libre, y podrá servir en plenitud a su Dios. Pero en esta formulación se está
cantando, en su fondo, la providencia espiritual de esta obra mesiánica: liberación de
castigos, por liberación espiritual de pecado y enemigos, según los planes de Dios hecha
por el Mesías.
En la segunda parte de este fragmento, no habla que su hijo será el Precursor del Mesías.
Zacarías, dirigiendo el pensamiento a su hijo, le anuncia lo que va a ser, conforme el ángel
le dijo en el templo. “Será llamado,” con el que se indica lo que se es y el reconocimiento en
que todos le tendrán, “profeta del Altísimo.” Juan Bautista tan “profeta” fue del Altísimo,
(nombre con que los gentiles conocían al Dios de Israel), que lo presentará a Israel. Por
eso, “irás delante del Seor.” Es la alusin ambiental a Malaquías. Este pasaje, puesto en
función del, hace ver que el evangelista presenta a Cristo como Dios.
La misin de Juan Bautista era “preparar” la venida del Mesías, logrando un pueblo
“dispuesto” a recibirle. Esto es lo que dirá en su predicacin en el desierto: “convertíos” .Por
eso, su misin es ensear la “ciencia de la salud” a su pueblo, para “la remisin de sus
pecados.” Es la preparacin espiritual del pueblo para recibir al Mesías en su mesianismo
espiritual.
Todo ello es obra de la “misericordia” de Dios. Del cielo nos visitará: el Mesías viene del
cielo y su misin es “iluminar” con la luz de la verdad a los que “están sentados en tinieblas
y sombras de muerte” (Is 9:2). A su luz se podrá caminar verdaderamente “por el camino de
la paz.”
Juan Bautista, se preparó para cumplir su misión. Pasando varios años en una vida austera
de penitencia y soledad. Así es, como con el recogimiento y la oración, como en el ejercicio
de la penitencia es donde podemos encontrarnos con Dios, allí es donde podemos decir,
que hallamos la eficiencia de nuestro apostolado. Porque el apostolado se prepara con la
lectura de la Palabra de Dios, con la meditación de su contenido, con la reflexión y luego, se
acompaña de la oración y el sacrificio por las cosas de Dios.
El Señor les Bendiga