Comentario al evangelio del Martes 27 de Diciembre del 2011
“Eso que hemos visto y oído, os lo anunciamos”, dice Juan en su
primera carta... Juan, apóstol y evangelista ; discípulo querido del Maestro (como nos recuerda el
evangelio de hoy), hombre con una sensibilidad y delicadeza poco común por lo que conocemos de sus
escritos y de la comunidad que él animaba. Es Juan, el hijo de Zebedeo, hermano de Santiago, testigos
en Getsemaní y en la transfiguración junto a Pedro, y el único que permaneció con María ante la cruz.
Un apasionado de la encarnación, del misterio que celebramos en Navidad (a su Evangelio debemos
que más tarde san Ireneo hablara de “encarnación”, pues es Juan quien dice que “el Verbo se hizo
carne” –sarx- y no sólo “hombre” –anthropos-).
Quizá si releemos con calma las lecturas de hoy, podamos encontrar un hilo conductor de fondo que
explica todo esto: el amor. El amor que responde inmediatamente, el amor que conoce la alegría
completa, el amor que anuncia con la vida lo que ve y lo que vive, el amor que corre hacia el sepulcro
porque sabe ver Luz en la noche y resurrección donde otros sólo ven un sepulcro vacío. El amor que
siempre cree porque no podemos desconfiar de quien amamos. No es casualidad que la tradición haya
pintado a Juan reclinado en el pecho de Jesús: esa es la postura que narra el evangelista en la última
cena, pero también es la postura de dos personas que se quieren profundamente... más que amistad,
más que puro gusto... Un amor que va más allá pero que se expresa en el “más acá”, en la verdad de
nuestro cuerpo y nuestra carne.
Así lo vivió, al parecer, el santo de hoy y nuestro Señor Jesucristo.
Todos los seguidores de Jesús tenemos –o querríamos tener- algo de Juan... Gustemos de ello,
agradezcamos el don de poder vivirlo –al menos de vez en cuando- y pidamos al Niño, al Dios de la
carne y de la historia, que aumente nuestra fe, nuestro amor y nuestra esperanza. ¡No por nuestros
méritos!... sino porque en vivir unidos a Él está la fuente de nuestra vida. Para celebrarlo, os regalo dos
canciones preciosas: Enamoraos de Él y Sólo por tu amor .
Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz. Misionera Claretiana ( rosaruizarmi@gmail.com )
Rosa Ruiz. Misionera Claretiana