Solemnidad. Epifanía del Señor. (6 de enero)
Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
«Amanece el Señor, y los pueblos caminan a su luz»
I. LA PALABRA DE DIOS
Is 60,1-6: «La gloria del Señor amanece sobre ti»
Sal 71,2.7-8.10-13: «Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra»
Ef 3,2-3a; 5-6: «Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos»
Mt 2,1-12: «Venimos de Oriente para adorar al Rey»
II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
La intención de S. Mateo era dejar bien sentada la universalidad de la salvación de Cristo, y más
teniendo en cuenta que los destinatarios principales de su evangelio eran judíos, marcados aún por el
particularismo. En el momento de redactar su mensaje, la ruptura de fronteras y razas era ya una
realidad. El encuentro de Jesús con culturas y personas supera aquel nacionalismo a ultranza.
Isaías ha previsto un universalismo centrado en torno a la ciudad de Jerusalén. Pero desde ahora, la
referencia para el creyente no será una ciudad; será una Persona: Jesucristo. Noticia de que también los
gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en Jesucristo por el
Evangelio, es la motivación principal de la misión de S. Pablo.
III. SITUACIÓN HUMANA
La búsqueda de la verdad parece un «leit motiv» permanente en la vida humana. Pero en su lucha por
encontrarla, se topa a veces con los manipuladores de la verdad. De otra parte, hay otro tipo de
personas: aquellas para quienes la verdad ha de venir sin buscarla, o los que saben dónde está y no se
molestan en hallarla. Al igual que aquellos notables del Templo ¿llamaríamos buscadores de la verdad a
quienes no se molestan en recorrer el camino hacia el sitio que tan bien se creen conocer?
IV. LA FE DE LA IGLESIA
La fe
– Dios ha enviado a su Hijo para salvarnos: "«Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su
Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que
recibiéramos la filiación adoptiva» (Ga 4, 4-5). He aquí «la Buena Nueva de Jesucristo, Hijo de Dios» (Mc
1,1): Dios ha visitado a su pueblo, ha cumplido las promesas hechas a Abraham y a su descendencia; lo
ha hecho más allá de toda expectativa: Él ha enviado a su «Hijo amado» (Mc 1,11)" (422).
– La Epifanía, manifestación de Jesús al mundo: 528; cf 535. 555.
– La salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia: 846. 848.
La respuesta
– "La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser «sacramento universal de salvación», por exigencia
íntima de su misma catolicidad, obedeciendo al mandato de su Fundador, se esfuerza por anunciar el
Evangelio a todos los hombres (AG 1)" (849; cf 850).
– La fidelidad de los bautizados, condición primordial para la misión: "El mensaje de la salvación debe
ser autentificado por el testimonio de vida de los cristianos. «El mismo testimonio de la vida cristiana y
las obras buenas realizadas con espíritu sobrenatural son eficaces para atraer a los hombres a la fe y a
Dios»" (2044).
El testimonio cristiano
– «Para la evangelización del mundo hacen falta, sobre todo, evangelizadores. Por eso, todos,
comenzando desde las familias cristianas, debemos sentir la responsabilidad de favorecer el surgir y
madurar de vocaciones específicamente misioneras, ya sacerdotales y religiosas, ya laicales, recurriendo
a todo medio oportuno, sin abandonar jamás el medio privilegiado de la oración, según las mismas
palabras del Señor Jesús: «La mies es mucha y los obreros pocos. Pues, ¡rogad al dueño de la mies que
envie obreros a su míes!» (Mt 9,37-38)» (Juan Pablo II, ChL 35).
Los notables del Templo sabían dónde nacería Jesús. Pero no buscaron el sitio. Los Reyes no sabían el
sitio, pero lo buscaron. Los caminos de Dios no se abren a los entendidos de este mundo, sino a los que
se dejan iluminar por su estrella
Con permiso de Almudi.org