Viernes 06 de Enero de 2012
Antes de Epifanía
1Juan 5,5-13
Queridos hermanos: ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que
Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No
sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio,
porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la
sangre, y los tres están de acuerdo.
Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios.
Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el
Hijo de Dios tiene dentro el testimonio. Quien no cree a Dios le hace mentiroso,
porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es
el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien
tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Os he
escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis
cuenta de que tenéis vida eterna.
Salmo responsorial: 147
r/Glorifica al Señor, Jerusalén.
Glorifica al Señor, Jerusalén; / alaba a tu Dios, Sión: / que ha reforzado los
cerrojos de tus puertas, / y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.
Ha puesto paz en tus fronteras, / te sacia con flor de harina. / Él envía su
mensaje a la tierra, / y su palabra corre veloz. R.
Anuncia su palabra a Jacob, / sus decretos y mandatos a Israel; / con
ninguna nación obró así, / ni les dio a conocer sus mandatos. R.
Marcos 1,7-11
En aquel tiempo, proclamaba Juan: "Detrás de mí viene el que puede más
que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he
bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo."
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en
el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él
como una paloma. Se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi
predilecto."
Juan Alarcón, s.j..
(Extracto de servicios KOINONÍA)