Ciclo B. Solemnidad. Epifanía del Señor.
Antonio Elduayen, C.M.
Queridos amigos,
El relato de los Reyes Magos (Mt 2, 1-12) es un sociodrama del contexto socio-
político-psicológico-religioso en el que nace Jesús. Y tiene todos los ingredientes
que lo hacen popular e interesante. Tanto que es uno de los relatos, si no el que
más, que llega a la religiosidad popular, la que lo recrea imaginativamente; y a la
curiosidad de teólogos y científicos, que lo analizan en todos sus aspectos. En los
belenes, los reyes magos ocupan también y por un buen tiempo, un lugar de
preferencia, con María y José, los ángeles y los pastores.
Desmontando lo que Mateo y el pueblo han añadido al relato de los Reyes Magos,
éste tiene tres momentos: 1. la señal que Dios envía de un suceso importante; 2.
unos magos orientales no judíos que la ven y la siguen hasta Belén; y 3. La
adoración que dan a un recién nacido, a quien llaman Rey de los judíos. Para Mateo
la señal se convierte en una estrella, que parece moverse hasta que se detiene en
Belén. Y la adoración en un postrarse y vaciar ante el recién nacido el oro, incienso
y mirra de sus cofres. Para el pueblo, los magos son también Reyes y se llaman
Melchor –que es blanco y viene de Europa trayendo oro-, Gaspar, que es semita y
viene de Arabia trayendo incienso, y Baltazar, que es negro y viene de África
trayendo mirra (como medicina).
Cada Rey mago representa una raza y una cultura y, los tres juntos, la raza
humana y la geografía entonces conocidas. La intención es clara y responde sin
duda al designio de Dios (Gen 3,15) en favor del mundo entero, dando a conocer y
llamando a todos los pueblos no judíos a la salvación. En el Plan de Dios siempre
fue así (Is 52,10), pero como que el pueblo elegido para ello, Israel, se hubiera
apropiado del mensaje salvador, monopolizándolo. Ahora, en la plenitud de los
tiempos (Mc 1,15), Dios envía una estrella a los no judíos para que vayan a adorar
al Salvador, como enviara antes unos ángeles a los pastores judíos (Lc 2,9-17)… De
un modo o de otro, a cada uno según su fe y su cultura, Dios llama y da a conocer
a todos a Jesús el salvador.
Digamos que el Día de los Reyes Magos, representa el Día de la fe de los
cristianaos, cuando fuimos llamados a adorar y a ser creyentes y seguidores de
Jesucristo. Pero no sólo eso, con ser tan importante. Representa también el camino
a seguir para ser discípulos misioneros del Señor. Un camino que se nos da en 6
pasos o momentos: 1. escudriñar los los signos o señales de los tiempos…; 2.
ponerse en camino pese a las dificultades…; 3. buscar hasta encontrar, indagando,
preguntando…; 4. adorar, doblando el espinazo de la soberbia y dándonos a Dios
con nuestras cosas…; 5. convertirnos, que es lo que hicieron los reyes magos al
volver a sus tierras “por otro camino”…; y 6. anunciar al Señor allí donde vamos,
que es lo que hicieron los reyes magos a su regreso a casa…
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)