Lectio Divina: Solemnidad. Santa María, Madre de Dios (1 de enero)
Autor: P. Chuno, C.M.
LA PALABRA HOY: Números 6,22-27; Salmo 66; Gálatas 4,4-7; Lucas 2, 16-21
Ambientación: Imágenes del nacimiento con pastores adorando al Niño
Cantos sugeridos: Vamos pastores vamos; Junto a ti, María
Ambientación:
Hoy comienza el año nuevo, es la fiesta de María, Madre de Dios, y la Jornada
Mundial de Oración por la Paz. En el evangelio, la bendición se hace carne con el
nacimiento de Jesús, abriéndonos a la experiencia profunda de María y a la alegría
de los pastores. Acogemos este torrente de bendición y, como los pastores,
glorificamos al Señor que sale a nuestro encuentro hecho Palabra encarnada.
Oración inicial
María Madre nuestra, tú la Madre de Dios,
tú que llevaste en tu seno
y diste a luz al Hijo de Dios vivo y verdadero,
que se hizo hombre en ti,
hoy al celebrar la fiesta
que te reconoce y proclama como aquella
por quién Dios asumió nuestra vida,
te pedimos que intercedas ante tu Hijo
para que nosotros podamos aprender de ti,
a guardar en el corazón,
la acción y la manifestación del Señor,
para que Él pueda actuar en nosotros,
así como lo hizo en ti.
Ayúdanos Madre nuestra
para que a lo largo de este año
vivamos en la presencia del Señor
buscando asumir lo que Él quiere
y espera de nosotros, como lo hiciste Tú.
Amén.
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
Lucas 2, 16-21
Motivación : Dios cuenta con todos para hacer otra historia. Hasta a los pastores
les confía la misión de ser sus portavoces. Todos podemos encontrar nuestro lugar
en la historia. El tiempo que iniciamos hoy puede ser una oportunidad para
descubrir la misión que Dios nos encomienda. Escuchemos.
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo y que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Cómo reaccionan los pastores ante el anuncio de los ángeles? ¿Qué acciones
realizan a lo largo del texto?
¿Cómo reacciona María ante estos acontecimientos tan sorprendentes?
¿Qué actitud de María resalta el evangelista?
¿Qué sucedió a los ocho días del nacimiento de Jesús?
Otros textos bíblicos para confrontar: Génesis 17, 10-13; Levítico 12, 1-8; Isaías
40,1; Isaías 49, 13
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto
Motivación: El primer día del año se inicia con la mejor de las noticias: Dios nos ha
bendecido para siempre en Jesucristo. Además, en María y en los pastores se nos
ofrecen modelos de actitudes, formas de acoger y expresar en la vida la bendición
de Dios de modo que alcancen a todo el mundo. Reflexionemos sobre el modo
actualizar este evangelio en nuestra realidad cotidiana.
¿Cuál es nuestra disposición a desde el inicio de año a seguir los pasos de Cristo,
recientemente celebrado en su nacimiento, y que es Camino, Verdad y Vida (cf Jn
14, 5)?
Especialmente meditamos ¿Cuál es nuestra actitud de contemplación de su acción
en nuestra vida, en lo que hemos vivido y viviremos durante el tiempo que ahora
comienza?
Bíblicamente el corazón significa el lugar donde comprendemos, amamos y
tomamos decisiones. Durante este año, ¿Tomaremos en cuenta la voluntad de Dios
para alcanzar la paz verdadera?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
II: Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Del silencio en la contemplación del misterio pasamos, como esos
pastores, a cantar la gloria de Dios y a celebrar su amor. Lo que nos han dicho se
ha cumplido realmente, y continúa actualizándose en nuestros días con la
encarnación cotidiana de Dios en nuestra historia.
Cada participante puede expresar en voz alta su acción de gracias por algún
acontecimiento significativo del año que termina.
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente puede ser considerado un “constructor de paz”. No
solamente enfrenta directamente las causas de la pobreza que provoca la guerra,
sino que se compromete y expone por la paz.
«Renuevo la recomendación que hice, y que nunca se hará bastante, de rezar por la
paz, para que quiera Dios reunir los corazones de los príncipes cristianos. Hay
guerra por todos los reinos católicos: guerra en Francia, en España, en Italia, en
Alemania, en Suecia, en Polonia, atacada por tres partes, en Irlanda, incluso en las
pobres montañas y en lugares casi inhabitables. Escocia no está mucho mejor; de
Inglaterra, ya sabéis su triste situación. Guerra por todas partes, miseria por todas
partes. En Francia hay muchos que sufren. ¡Oh, Salvador! ¡Oh, Salvador! Si por
cuatro meses que hemos tenido la guerra encima, hemos tenido tanta miseria en el
corazón de Francia, donde los víveres abundaban por doquier, ¡qué harán esas
pobres gentes de la frontera, que llevan sufriendo esas miserias desde hace veinte
años! Sí, hace veinte años que están continuamente en guerra; si siembran, no
están seguros de poder cosechar; vienen los ejércitos y lo saquean y lo roban todo;
lo que no han robado los soldados, los alguaciles lo cogen y se lo llevan. Después
de todo esto, ¿qué hacer? ¿qué pasará? No queda más que morir. Si existe una
religión verdaderaQué es lo que digo, miserable? si existe una religin
verdadera! ¡Dios me lo perdone! ¡Dios me lo perdone! Hablo materialmente. Es
entre ellos, entre esa pobre gente, donde se conserva la verdadera religin (XI,
120).
Compromiso: Iniciar el año nuevo en la actitud de reconciliación para con el Señor,
los hermanos y nosotros mismos: Una reconciliación que construya la paz mediante
el trato justo, solidario y fraterno.
Oración final
¡Bendito seas, Dios nuestro! Por medio de Santa María llegó a nuestra tierra
atormentada la aurora de tu paz.
“Hoy nos ha nacido un nio, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado,
y su nombre es: Maravilla de Consejero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz, para
dilatar el principado con una paz sin límites”.
Por todo tu amor a lo largo del año que ha pasado y por tantas cosas como nos
diste en la vida: ¡Gracias, Señor!
Al comienzo del nuevo año ilumina tu rostro sobre nosotros, y concédenos tu favor
para cada uno de sus 365 días.
Santa María, Madre de Dios y Reina de la paz, ruega por nosotros.
Con permiso de somos.vicencianos.org