EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Solemnidad de la Epifanía del Señor
Libro de Isaías 60,1-6.
¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti!
Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las naciones, pero
sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti.
Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora.
Mira a tu alrededor y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos
llegan desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos.
Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, porque se
volcarán sobre ti los tesoros del mar y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti.
Te cubrirá una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Todos
ellos vendrán desde Sabá, trayendo oro e incienso, y pregonarán las alabanzas del
Señor.
Salmo 72(71),2.7-8.10-11.12-13.
Para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud.
Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;
que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra.
Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas
le paguen tributo.
Que los reyes de Arabia y de Sebá
le traigan regalos;
que todos los reyes le rindan homenaje
y lo sirvan todas las naciones.
Porque él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado.
Tendrá compasión del débil y del pobre,
y salvará la vida de los indigentes.
Carta de San Pablo a los Efesios 3,2-3a.5-6.
Porque seguramente habrán oído hablar de la gracia de Dios, que me ha sido
dispensada en beneficio de ustedes.
Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como
acabo de exponérselo en pocas palabras.
que no fue manifestado a las generaciones pasadas, pero que ahora ha sido
revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas.
Este misterio consiste en que también los paganos participan de una misma
herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa
en Cristo Jesús, por medio del Evangelio.
Evangelio según San Mateo 2,1-12.
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de
Oriente se presentaron en Jerusalén
y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos
su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.
Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para
preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.
"En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales
ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo,
Israel".
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con
precisión la fecha en que había aparecido la estrella,
los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del
niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle
homenaje".
Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los
precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.
Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría,
y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le
rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y
mirra.
Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes,
volvieron a su tierra por otro camino.
Comentario del Evangelio por
Beato Guerrico de Igny (hacia 1080-1157), abad cisterciense
3er.sermón para la Epifanía
«En este día, Señor, revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles»
(Oración del día)
«¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz!» (Is 60,1) ¡Bendita seas, oh
Luz, «que vienes en el nombre del Señor»! «El Señor es Dios, Él nos ilumina» (Sl
117, 27). Por su benevolencia, este día santificado por la luz radiante de la Iglesia,
ha brillado sobre nosotros. Por eso te damos gracias «luz verdadera que ilumina a
todo hombre que viene al mundo» (Jn 1,9), y es, precisamente por esto que ha
venido al mundo en forma humana. Resplandece Jerusalén, nuestra madre (Gal
4,26), madre de todos los que han merecido ser iluminados; desde ahora alumbra
a todos los que están en el mundo. Te damos gracias, Luz verdadera: te has hecho
lámpara para iluminar a Jerusalén y para que el Verbo, la Palabra de Dios, sea «la
lámpara que ilumina mis pasos» (Sl 118,105)... Y no sólo ha sido iluminada sino
que ha sido «puesta encima como un farol» todo él como de oro macizo (Mt 5,15;
Ex 25,31). Vedla convertida en «la ciudad situada en la cumbre de los montes» (Mt
5,14)... para que su Evangelio llegue a alumbrar a todos los imperios del mundo...
Oh Dios, que iluminas a todas las naciones, por ti hemos cantado «El Señor
vendrá e iluminará los ojos de sus siervos». Ahora ya has venido, oh Luz mía:
«Ilumina mis ojos para que jamás me duerma en la muerte» (Sl 12,4)... Has
venido ya, oh Luz de los creyentes, y hoy nos has dado el gozo de ser iluminados
por la fe, que es nuestra lámpara. Danos siempre el gozo de ver tu luz sobre lo que
en nosotros queda de tiniebla...
Este es el camino que debes seguir, alma fiel, para llegar a la patria donde
«las tinieblas serán como el mediodía» (Is 58,10) y «la noche será tan clara como
el día» (Sl 138, 12). Entonces «tú verás y estarás radiante, tu corazón se
maravillará y se dilatará», cuando toda la tierra estará llena de la majestad de la
luz infinita y «en ti se manifestará su gloria» (Is 60,5.2)... « ¡Venid, caminemos a
la luz del Señor!» (Is 2,5) Entonces marcharemos «como hijos de la luz» «de
claridad en claridad, como conducidos por el Señor que es Espíritu» (2C 3,18).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”