EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves de la primera semana del tiempo ordinario
Primer Libro de Samuel 4,1-11.
Y la palabra de Samuel llegó a todo Israel. En aquellos días, los filisteos se
reunieron para combatir contra Israel. Israel les salió al encuentro para el combate,
y acamparon en Eben Ezer, mientras los filisteos acampaban en Afec.
Los filisteos se alinearon en orden de batalla frente a Israel, y se entabló un duro
combate. Israel cayó derrotado delante de los filisteos, y unos cuatro mil hombres
fueron muertos en el frente de batalla, en campo abierto.
Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: "¿Por qué
el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos? Vayamos a buscar a Silo el
Arca de la Alianza del Señor: que ella esté presente en medio de nosotros y nos
salve de la mano de nuestros enemigos".
El pueblo envió unos hombres a Silo, y trajeron de allí el Arca de la Alianza del
Señor de los ejércitos, que tiene su trono sobre los querubines. Jofní y Pinjás, los
dos hijos de Elí, acompañaban el Arca.
Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todos los israelitas
lanzaron una gran ovación y tembló la tierra.
Los filisteos oyeron el estruendo de la ovación y dijeron: "¿Qué significa esa
estruendosa ovación en el campamento de los hebreos?". Al saber que el Arca del
Señor había llegado al campamento,
los filisteos sintieron temor, porque decían: "Un dios ha llegado al campamento". Y
exclamaron: "¡Ay de nosotros, porque nada de esto había sucedido antes!
¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de este dios poderoso? Este es el dios que
castigó a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto.
¡Tengan valor y sean hombres, filisteos, para no ser esclavizados por los hebreos,
como ellos lo fueron por ustedes! ¡Sean hombres y luchen!"
Los filisteos libraron batalla. Israel fue derrotado y cada uno huyó a sus
campamentos. La derrota fue muy grande, y cayeron entre los israelitas treinta mil
hombres de a pie.
El Arca del Señor fue capturada, y murieron Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí.
Salmo 44(43),10-11.14-15.24-25.
Pero ahora nos rechazaste y humillaste:
dejaste de salir con nuestro ejército,
nos hiciste retroceder ante el enemigo
y nuestros adversarios nos saquearon.
Nos expusiste a la burla de nuestros vecinos,
a la risa y al escarnio de los que nos rodean;
hiciste proverbial nuestra desgracia
y los pueblos nos hacen gestos de sarcasmo.
¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes?
¡Levántate, no nos rechaces para siempre!
¿Por qué ocultas tu rostro
y te olvidas de nuestra desgracia y opresión?
Evangelio según San Marcos 1,40-45.
Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo:
"Si quieres, puedes purificarme".
Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda
purificado".
En seguida la lepra desapareció y quedó purificado.
Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente:
"No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu
purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio".
Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo
sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna
ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de
todas partes.
Comentario del Evangelio por
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), Fundadora de las Hermanas
Misioneras de la Caridad
Carta a sus colaboradoras del 10/04/1974
"Conmovido, Jesús extendió la mano y lo tocó"
Los pobres tienen sed de agua, pero también de paz, de verdad y de justicia.
Los pobres están desnudos y necesitan vestidos, pero también dignidad humana y
compasión por los pecadores. Los pobres no tienen hogar y necesitan un refugio
hecho ladrillos, pero también un corazón alegre, compasivo y lleno de amor. Están
enfermos y necesitan atención médica, pero también una mano caritativa y una
sonrisa acogedora.
Los excluidos, los que son rechazados, aquellos que no son amados, los
presos, los alcohólicos, los moribundos, los que están solos y abandonados, los
marginados, los intocables y los leprosos..., los que viven en la duda y la
confusión, los que no han sido tocados por la luz del Cristo, los hambrientos de la
palabra y de la paz de Dios, las almas tristes y afligidas..., los que son una carga
para la sociedad, que han perdido toda esperanza y fe en la vida, los que olvidaron
cómo sonreír y los que no saben lo que es recibir un poco de calor humano, un
gesto de amor y de amistad - todos ellos, se vuelven hacia nosotros para recibir un
poco de consuelo. Si les damos la espalda, damos la espalda a Cristo .
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”