“Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para
eso he salido”
Mc 1, 29-39
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. LA MULTITUD REUNIDA, ESTA CONMOVIDA.
El fragmento de este evangelio de San Marcos, en su primera parte tiene un breve relato en
la casa de Pedro. Luego, llegado el atardecer, “puesto ya el sol”, en la puerta de la casa de
Pedro, llegaron muchos enfermos y endemoniados.
Como esta actividad se realiza en sábado, se enfatiza que fue al atardecer y puesto ya el
sol, para indicar que el reposo sabático había concluido, por tanto era lícito trasladar los
enfermos. La grandeza de Jesús es muy grande, impactante, la ciudad entera se reunió
delante de la puerta. La multitud reunida, esta conmovida.
Los enfermos son traídos en dos grupos: “le llevaron a todos los enfermos y endemoniado”
Y la curación se da destacando específicamente que fueron “muchos” de estos dos grupos
La insistencia, especialmente destacada, sobre los “endemoniados,” a los “que (demonios)
no les permitía hablar, porque le conocían” como Mesías, queriendo hacernos ver el poder
de Cristo sobre los “espíritus impuros,” como prueba de su poder y realidad mesiánica y
evitar conmociones improcedentes en el pueblo.
2. FUE A ORAR A UN LUGAR DESIERTO CERCANO A CAFARNAÚM
A la mañana siguiente al sábado, fue a orar a un lugar desierto cercano a Cafarnaúm. Las
curaciones del día anterior hacen que la gente le buscase. Luego San Marcos, nos presenta
un cuadro esquemático de la predicación de Jesús por las sinagogas de Galilea. Marcos se
complace todavía en poner como una nueva rúbrica al mesianismo de Cristo, al destacar
que en estas actividades apostólicas expulsaba los demonios, destacando su poder y
realidad de Mesías.
Hemos visto como en la sinagoga de Nazaret, Jesús desagradó sumamente a unos oyentes
que no querían oír hablar de la buena noticia de su liberación dirigida a los pobres, a los
cautivos, a los ciegos y a los oprimidos, de una amnistía general de Dios, del perdón
otorgado a la humanidad entera, luego predica en la sinagoga de Cafarnaún, situada algo
mas al oriente, pero siempre en Galilea, allí para un endemoniado, como para otros
presentes, Jesús no ha venido a liberarlos, sino a destruirlos.
3. JESÚS SE HA DEDICADO A CURAR A LOS ENFERMOS Y A LAS
PERSONAS QUE ESTÁN DOMINADAS POR UN ESPÍRITU MALIGNO
Ahora, después de estar en la sinagoga, Jesús fue a la casa de Simón, allí encontró que la
suegra de Simón (Pedro) tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella.
Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y ésta desapareció, ella en seguida, se
levantó y se puso a servirlos. La suegra de Pedro no hace una bella enseñanza, que es la
actitud de los seguidores de Cristo, al ponerse inmediatamente al servicio del Señor Jesús.
Jesús se ha dedicado a curar a los enfermos y a las personas que están dominadas por un
espíritu maligno, y lo hace en forma individual, es así, como al atardecer, todos los que
tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y Él, imponiendo las manos
sobre cada uno de ellos, los sanaba. El no hacer curaciones masivas, sino que
personalmente, es una actitud de mucho respeto hacia la personalidad de cada enfermo.
Y los que estaban dominados por un espíritu maligno, poseídos por los demonios, también
quedaban curados. Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era
el Mesías y Jesús no quiere que a El se le de un carácter distinto al que vino, porque El ha
venido para servir y no para dominar; por eso quien se encuentra con él, como la suegra de
Simón, se libera para el servicio.
4. PORQUE JESÚS ES EL REFUGIO DE TODAS LAS NECESIDADES
Porque Jesús es el refugio de todas las necesidades y de las enfermedades su medicina,
Jesús es la calma para los angustiados, los que lo siguen, saben que en El encontraran
alivio, no solo a las cosas de salud, además a las del alma, por eso cuando gozamos de
buena salud, también acudimos a El, y para cualquier caso, acudamos a El, como lo hacían
los enfermos que rodeaban a Jesús, con sencillez y con gran confianza.
Nos enseña también Jesús que ha venido a salvar a todos los hombres, así cura a los
enfermos de todas las dolencias, si exceptuar a los mismos poseídos por el demonio.
Que bueno es saber, que para cualquier dolencia que nos aqueje, para las angustias que
nos oprimen, o para los males del espíritu, tenemos a quien acudir, “Vengan a mí todos los
que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré” (Mt 11,28), por eso, cuando la gente supo
que cuando amaneció, Jesús se fue a un lugar desierto, comenzaron a buscarlo y, cuando lo
encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero él les dijo: «Vayamos a
otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido»"
5. TODOS TE ANDAN BUSCANDO
Los apóstoles le dijeron a Jesús, -Todos te andan buscando-, indicándonos, la necesidad de
Jesús que tenían las gentes, la misma que tenemos hoy de nuestro Señor, necesidad de su
Mirada, su cercanía y su Palabra, y especialmente en ese tiempo de oír su Voz. La mirada
de Jesús nos conmueve, nos convierte, nos cambia, no hace arrepentirnos, su suave
susurro que nos llega al ponernos en su presencia, nos encanta y nos da paz. ¿Entonces
como no buscarlo?. Busquemos también a Jesús, en cada instante de nuestra vida, para
servirlo y conocerlo más, al encontrarlo, tendremos paz, alegría en el corazón y su gracia
por siempre.
El Señor les Bendiga