Master·evangeli.net
Día litúrgico: Viernes I del tiempo ordinario
Texto del Evangelio ( Mc 2,1-12): Entró de nuevo en Cafarnaum; al poco tiempo
había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera
ante la puerta había ya sitio, y Él les anunciaba la Palabra. Y le vienen a traer a un
paralítico llevado entre cuatro.
Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de
donde Él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla
donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus
pecados te son perdonados». Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban
en sus corazones: ¿Por qué éste habla así? Está blasfemando ().
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto
XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)
Jesús, "misterio de revelación", nos ha traído a Dios
Hoy, antes que la sanación extraordinaria, Jesucristo perdona los pecados. ¿Nos
parece poco? Aquí surge la gran pregunta: ¿qué ha traído Jesús realmente, si no ha
traído la paz al mundo, el bienestar para todos, un mundo mejor sin dolores? ¿Qué
ha traído? La respuesta es muy sencilla: ha traído a Dios.
Aquel Dios cuyo rostro se había ido revelando primero poco a poco, desde Abraham
hasta la literatura sapiencial, pasando por Moisés y los Profetas; el Dios que sólo
había mostrado su rostro en Israel y que, si bien entre muchas sombras, había sido
honrado en el mundo de los pueblos; ese Dios, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob,
el Dios verdadero, Jesús lo ha traído a los pueblos de la tierra. Ahora conocemos su
rostro, ahora podemos invocarlo.
—Jesús, Tú nos has traído a Dios y la verdad sobre nuestro origen y nuestro
destino; nos has traído la fe, la esperanza y el amor. Sólo nuestra dureza de
corazón puede hacernos pensar que esto es poco
“servicio brindado por el http://evangeli.net/evangelio”. Con permiso a
homiletica.org