Ciclo B. II Domingo del Tiempo Ordinario
Julio César Villalobos, C.M.
¡Vale la pena seguir a Jesús!
¿Sabes que el mundo de hoy no le quiere hacer caso a Dios?, ¿sabes que hay
muchas personas que en el mundo todavía no conocen y no aman a Dios?, ¿sabes
que hay muchos jóvenes que se pierden?, ¿sabes que hay muchos pueblos que no
tienen sacerdotes para ser atendidos?, ¿sabes que hay muchos jóvenes que todavía
no han decidido qué hacer con su vida?…estas y otras preguntas se me vienen a la
mente al leer estas lecturas de hoy domingo.
Una vez escuchaba que un adulto le invitaba a otro a vivir un retiro espiritual, y
este le dijo: “¿sabes?, este retiro es slo para los valientes, y tú no eres uno de
ellos”.
La vocación de Samuel se nos presenta en la 1ra lectura de hoy (1Sam.3,3b-
10.19). Varias notas que se pueden rescatar. El Señor llama de cualquier manera y
en el momento en que menos lo pensamos. En el caso de Samuel lo hizo a través
del templo del Señor, en presencia del arca de Dios. Samuel escuchó la voz de Dios
y respondi con generosidad: “Samuel, Samuel. Él respondi: habla, Seor, que tu
siervo te escucha”.
¿Soy capaz de responder siempre al llamado de Dios?, ¿soy de los miedosos o
cobardes que no desean seguir a Dios con radicalidad?, ¿qué me falta para
responderle a Dios?, ¿cuánto tiempo más pasará para responderle con generosidad
como Samuel?
Miré un reportaje de la vida de un sacerdote, y cuando lo ordenaron, sus padres
comentaban: “Nuestro hijo al terminar la ceremonia de su consagracin nos dijo:
Mamá y Papá mi vida le pertenece a Dios, por tanto YO YA NO ME PERTENEZCO”.
Entendemos por qué San Pablo habla en la 2da lectura de esta manera: “Ya no se
pertenecen a ustedes mismos, porque han sido comprados a un precio muy caro”
(1Cor.6,13c.15ª.17-20).
Este mundo una vez más necesita modelos de fe, modelos de amor y modelos de
esperanza. Escuché una vez esta frase: “el mundo necesita gente enamorada de
Dios”.
Dios tiene un propósito cuando nos llama. Según el documento de Aparecida, para:
“llamarnos a participar de su vida y de su gloria” (n°129).
Los discípulos de Juan el Bautista, le preguntan a Jesús: “¿dnde vives?”, y la
respuesta de Jesús no se deja esperar: “vengan y lo verán” (Jn.1,35-42).
Muchos hemos escuchado hablar de Jesús, muchos hemos hablado de Jesús, pero
“Andrés, hermano de Simn Pedro, era uno de los que oyeron a Juan y siguieron a
Jesús”. ¿Y por qué tú no?
¡Vale la pena seguir a Jesús!
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)