La sanación más profunda: la remisión de los pecados.
2012-01-19
Evangelio
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, seguido por
una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de Judea y
Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón, habiendo tenido
noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde Él estaba.
Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran una barca para subir en
ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto de aplastarlo.
En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los que padecían
algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando los poseídos por espíritus
inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios».
Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor Jesús, yo también te estoy buscando, quiero tener un momento de intimidad
en la oración. Quiero dejarme conquistar por tu amor, dame la luz para saber
reconocer lo que me puede apartar de que tu gracia.
Petición
Para ser digno de tu amor, ven Espíritu Santo y haz tu morada en mí.
Meditación
La sanación más profunda: la remisión de los pecados.
«Los Evangelios, en las sintéticas descripciones de la breve pero intensa vida
pública de Jesús, atestiguan que él anuncia la Palabra y obra curaciones de
enfermos, signo por excelencia de la cercanía del reino de Dios. Por ejemplo, san
Mateo escribe: "Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas,
proclamando la buena nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia
en el pueblo". La Iglesia, a la que se ha confiado la tarea de prolongar en el espacio
y en el tiempo la misión de Cristo, no puede desatender estas dos obras esenciales:
evangelización y cuidado de los enfermos en el cuerpo y en el espíritu. De hecho,
Dios quiere curar a todo el hombre y en el Evangelio la curación del cuerpo es signo
de la sanación más profunda que es la remisión de los pecados. No sorprende, por
lo tanto, que María, Madre y modelo de la Iglesia, sea invocada y venerada
como Salus infirmorum , "Salud de los enfermos". Como primera y perfecta discípula
de su Hijo, siempre ha mostrado, acompañando el camino de la Iglesia, una
especial solicitud por los que sufren. De ello dan testimonio los miles de personas
que se acercan a los santuarios marianos para invocar a la Madre de Cristo y
encuentran en ella fuerza y alivio. » (Benedicto XVI, 11 de febrero de 2010).
Reflexión apostólica
«La espiritualidad del Regnum Christi , como espiritualidad cristiana, está centrada
en la persona de Cristo. El Movimiento presenta de modo convencido y entusiasta a
los hombres y mujeres que se acercan a su espiritualidad la persona misma de
Cristo como modelo supremo, criterio e inspiración para su vida cristiana y les
exhorta a conocerlo, amarlo, seguirlo y darlo a conocer a los demás» (Manual del
miembro del Movimiento Regnum Christi , n.74).
Propósito
Visitar, lo más pronto posible, a un amigo o familiar enfermo, buscando acercarle a
Cristo.
Diálogo con Cristo
Cristo, Tú ha sido, eres y serás siempre la respuesta definitiva a los más profundos
anhelos y aspiraciones de felicidad, porque sólo Tú tienes palabras de vida eterna,
sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Si realmente te conociera mi vida sería
diferente, para bien. Por eso te pido hoy, Jesús, que no salga de esta oración sin
ser profundamente tocado por Ti, porque sólo si te llevo dentro, podré arrastrar a
otros hacia Ti.
«Vivir amando en Cristo, desde Cristo, por Cristo, como
Cristo, hasta que Él lo sea todo para el apóstol inflamado por
el fuego de su amor. Cristo al centro. Sólo Cristo»
( Cristo al centro, prólogo).