No temas, lo único seguro es lo que viene de Dios.
2012-01-21
Evangelio
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente,
que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues
decían que se había vuelto loco. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Jesucristo, permite que esta meditación me lleve a entregarme sin reservas a mi
misión. Tú me has mostrado el camino, nada fácil, pero seguro a la felicidad.
Quiero enamorarme y ser fiel a mi vocación, por eso te suplico el don de vivir
solamente para Ti.
Petición
Señor, Tú sabes que te amo, pero acrecienta mi amor.
Meditación
No temas, lo único seguro es lo que viene de Dios.
«Cuando durante la vida pública se desencadenan las contradicciones en torno a
Jesús, y muchos dicen: “Está loco”, María vuelve a escuchar: “No temas” y sigue
adelante. Por último, en el encuentro camino del Calvario, y luego al pie de la cruz,
cuando parece que todo ha acabado, ella escucha una vez más la palabra del ángel:
“No temas” […] María nos dice esta palabra también a nosotros. Ya he destacado
que nuestro mundo actual es un mundo de miedos: miedo a la miseria y a la
pobreza, miedo a las enfermedades y a los sufrimientos, miedo a la soledad y a la
muerte. En nuestro mundo tenemos un sistema de seguros muy desarrollado: está
bien que existan. Pero sabemos que en el momento del sufrimiento profundo, en el
momento de la última soledad, de la muerte, ningún seguro podrá protegernos. El
único seguro válido en esos momentos es el que nos viene del Señor, que nos dice
también a nosotros: “No temas, yo estoy siempre contigo”. Podemos caer, pero al
final caemos en las manos de Dios, y las manos de Dios son buenas manos»
(Benedicto XVI, 22 de abril de 2011).
Reflexión apostólica
«Los hijos aprenden más por el testimonio y el ejemplo de sus padres que por sus
palabras, consejos o correcciones. Sean, por tanto, especialmente delicados en el
cumplimiento de sus deberes cristianos, familiares y civiles, de manera que su buen
ejemplo incida de modo eficaz en la formación de sus hijos» (Manual del miembro
del Movimiento Regnum Christi , n. 286).
Propósito
Siguiendo el ejemplo de santa Inés, nunca avergonzarme de ser cristiano, no
importa con quién o dónde me encuentre.
Diálogo con Cristo
Señor, yo tampoco quiero dar importancia al «qué dirán» ni quiero dejarme
influenciar por el ambiente, desgraciadamente cada vez más alejado de tu verdad y
de tu amor. No me debe interesar el grado de popularidad, ni la simpatía que mi
estilo de vida pueda provocar en los demás. Yo sólo quiero que mi testimonio
acerque a más personas a tu amor, por ello dame la luz para saber ser ese imán,
no para mi vanagloria, sino únicamente para tu gloria, Señor.
«Estén atentos a que la autenticidad del testimonio personal no se corrompa por
obra de la vanidad, de la falta de caridad o del desorden de la propia vida»
( Cristo al centro, n. 190).