EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Cuarto Domingo del tiempo ordinario B
Deuteronomio 18,15-20.
El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo; lo hará surgir de entre ustedes,
de entre tus hermanos, y es a él a quien escucharán.
Esto es precisamente lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la
asamblea, cuando dijiste: "No quiero seguir escuchando la voz del Señor, mi Dios,
ni miraré más este gran fuego, porque de lo contrario moriré".
Entonces el Señor me dijo: "Lo que acaban de decir está muy bien.
Por eso, suscitaré entre sus hermanos un profeta semejante a ti, pondré mis
palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le ordene.
Al que no escuche mis palabras, las que este profeta pronuncie en mi Nombre, yo
mismo le pediré cuenta.
Y si un profeta se atreve a pronunciar en mi Nombre una palabra que yo no le he
ordenado decir, o si habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá".
Salmo 95(94),1-2.6-7.8-9.
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
aclamemos a la Roca que nos salva!
¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
aclamemos con música al Señor!
¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros, el pueblo que él apacienta,
las ovejas conducidas por su mano.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
"No endurezcan su corazón como en Meribá,
como en el día de Masá, en el desierto,
cuando sus padres me tentaron y provocaron,
aunque habían visto mis obras .
Carta I de San Pablo a los Corintios 7,32-35.
Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes. El que no tiene mujer se preocupa de
las cosas del Señor, buscando cómo agradar al Señor.
En cambio, el que tiene mujer se preocupa de las cosas de este mundo, buscando
cómo agradar a su mujer,
y así su corazón está dividido. También la mujer soltera, lo mismo que la virgen, se
preocupa de las cosas del Señor, tratando de ser santa en el cuerpo y en el espíritu.
La mujer casada, en cambio, se preocupa de las cosas de este mundo, buscando
cómo agradar a su marido.
Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un obstáculo,
sino para que ustedes hagan lo que es más conveniente y se entreguen totalmente
al Señor.
Evangelio según San Marcos 1,21-28:
Entraron en Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y
comenzó a enseñar.
Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien
tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a
gritar:
"¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros?
Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese
hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto?
¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus
impuros, y estos le obedecen!".
Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de
Galilea.
Comentario del Evangelio por
San Jerónimo (347-420), presbítero, traductor de la Biblia, doctor de la
Iglesia
Comentario al evangelio de Marcos, 2; PLS 2, 125s
«Este enseñar con autoridad es nuevo»
"El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió." Es esta la
manera de expresar su dolor: retorcerlo. El demonio, puesto que no había podido
alterar el alma del hombre, ejerció su violencia sobre su cuerpo. Estas
manifestaciones físicas eran, por otra parte, el único medio que tenía para dar a
entender que iba a salir de aquel hombre. Al manifestar su presencia el espíritu
puro, el impuro no puede hacer más que retirarse...
«Todos se preguntaron estupefactos: '¿Qué es esto?'». Fijémonos en los
Hechos de los Apóstoles y en los signos que dieron los primeros profetas. ¿Qué
dicen los magos del Faraón al ver los prodigios que hacía Moisés? "Es el dedo de
Dios" (Ex 8,15). A pesar de ser Moisés quien los lleva a cabo, reconocen que hay un
poder mayor. Más tarde los apóstoles obraron otros prodigios: "¡En el nombre de
Jesús, levántate y camina!" (Hch 3,6); "Y Pablo, en el nombre de Jesucristo, ordenó
al espíritu salir de aquella mujer" (Hch 16,18). Siempre se recurre al nombre de
Jesús. Pero aquí ¿qué es lo que él mismo dice? "Sal de él" sin precisar más. Es en
su propio nombre que ordena al espíritu de salir. «Todos preguntaron estupefactos:
'¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo». La expulsión del demonio no
era en sí mismo nada nuevo: los exorcistas de los hebreos lo hacían
corrientemente. Pero ¿qué dice Jesús? ¿Cuál es esta enseñanza nueva? ¿Dónde
está la novedad? La novedad reside en que Jesús manda a los espíritus impuros con
autoridad propia. No cita a nadie: él mismo da la orden; no habla en nombre de
otro sino en nombre de su propia autoridad.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”