Lectio Divina: IV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Autor: P. Chuno, C.M.
LA PALABRA HOY: Deuteronomio 18,15-20; Salmo 94; 1 Corintios 7,32-35;
Marcos 1, 21-28
Ambientación: Cirio pascual, alrededor algunas cadenas rotas de papel.
Cantos sugeridos: Jesús está entre nosotros; Cristo nos da la libertad.
Ambientación:
En el evangelio de hoy, Jesús se manifiesta como el gran profeta prometido. En su
palabra y en su actuación se expresa la autoridad del Padre, su voluntad de liberar
definitivamente a la humanidad de toda opresión. Que la Palabra de Dios cambie
nuestras vidas, de manera que, como discípulos del único Maestro, busquemos
siempre cumplir su voluntad.
Oración inicial
Señor Jesús,
Tú que te has revelado
y te has dado a conocer de diversas maneras,
tanto por medio de tus enseñanzas,
con las que la gente quedaban admiradas y fascinadas
porque enseñabas con autoridad,
como también por medio de tus milagros,
que manifestaban quién eras en verdad,
revelándote como el Enviado del Padre.
Te pedimos que nos regales la gracia
de conocerte vivencialmente,
experimentando tu amor en nosotros,
dejándonos seducir por ti y por tus enseñanzas,
para seguirte y así adherirnos más a ti,
viviendo como Tú lo has hecho,
asumiendo y haciendo vida tu vida. Que así sea.
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
Mc 1, 21-28
Motivación: Jesús comienza a dar pruebas de la autenticidad de su mensaje. Habla
con una autoridad desconocida y hasta los espíritus inmundos se le someten.
Verdaderamente el Reino de Dios está cerca, en adelante nadie esclavizará a los
hijos de Dios. Escuchemos:
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
Jesús en la sinagoga de Cafarnaum. ¿Qué hace Jesús en la sinagoga? ¿Por qué se
asombran de la enseñanza de Jesús? ¿Qué significa que tiene autoridad?
Mc 1,24-26: ¿Cómo es reconocido Jesús por el espíritu impuro? ¿quién tiene el
poder?
¿Cómo reacciona la gente ante esta manera de actuar de Jesús?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mc 2,10; Mc 11,28; Mt 9,8; Lc 4,36; Jn
10,18; Jn 17,2.
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
Motivación: Jesús habla y actúa con autoridad. Su vida es una lucha constante
contra lo que esclaviza al ser humano. Como discípulos suyos, acogemos la Palabra
comprometidos con la liberación de nuestros hermanos y le agradecemos porque su
autoridad dura por siempre.
¿Cómo se expresa en mi vida que Jesús es el único Señor? ¿Acepto sus enseñanzas
en mi vida?
¿Ofrezco a Jesús los “espíritus malos” de mi corazn para que él los “calle” y los
“saque” con su poder?
¿Cuáles son los espíritus inmundos que oprimen a los hombres y mujeres de
nuestro tiempo?
La victoria de Jesús sobre el mal es signo de la llegada del Reino. ¿Qué signos de
esta victoria descubro en mi historia personal? ¿y en la realidad de nuestro mundo?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III: Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: “Cállate y sal de ese hombre”. Con pocas palabras Jesús desata a la
humanidad de todas sus cadenas. El Señor nos ha ganado para sí. Ninguna
opresión es ya dueña de nuestra vida.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos recordar aquellas esclavitudes
que someten a los hombres y mujeres que viven junto a nosotros, pidiendo al
Señor que siga actuando a favor de su pueblo y comprometiéndonos en su misma
tarea.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente advierte a los misioneros sobre la presencia del mal y el
poder que ejerce sobre aquellos que se apartan de Dios:
“El demonio no tiene que esforzarse mucho en atraer a su partido a las gentes del
mundo; no tiene más que proponer lo que quiere, e inmediatamente es obedecido;
se hace adorar por ellos, con la esperanza que les da de que gozarán de los
placeres que buscan; los tiene bien cogidos, les da vueltas, les deja correr adonde
quieren y permite que se entreguen a sus goces, con la seguridad de que los tendrá
siempre sometidos y respetarán sus rdenes… (XI, 619).
Pero al mismo tiempo señala los medios para hacerle frente:
“Si el diablo es, por tanto, el autor de estas malas máximas de que habla nuestra
regla y encuentra en nosotros estas armas para destruirnos, es preciso que nos
entreguemos a Dios generosamente para resistir y atacar esos vicios que intentan
destruir el imperio que Jesucristo ha establecido en nosotros. Allí es donde está el
mal.” (XI, 595).
“Para evitar que pase esto, apenas se despierten deben tener mucho interés no
sólo en abrir su corazón al pensamiento que les presente su ángel de la guardia,
sino también en cerrarlo a todos los que les sugiera el espíritu maligno, y decir:
“Dios mío, te adoro; Seor, te doy mi corazn, concédeme la gracia de no
ofenderte nunca, sino que haga tu voluntad en todas mis acciones”. (IX, 1127)
Compromiso: Esta semana intentaré ser más coherente entre lo que digo y lo que
hago.
Realizar alguna acción concreta que exprese nuestro compromiso comunitario en la
lucha contra el mal que hay en el mundo, sostenidos por la fuerza de Dios.
Oración final
Te bendecimos, Padre, porque Cristo Jesús, tu Hijo,
basó su autoridad en el carisma y no en la fuerza del poder,
en el servicio liberador y no en la opresión de los demás.
En él nos mostraste que es posible ser libres,
Desposeídos del pecado, dueños de nuestro destino, hermanos de los demás y
solidarios de todo el que sufre.
Ayúdanos a continuar su misión liberadora del hombre actual,
poseído por los demonios del tener, acaparar y consumir, del egoísmo y la
soberbia, la insolidaridad y el desamor.
Así el anuncio de tu reino llenará de luz nuestro mundo
Y viviremos en plenitud, libertad y esperanza segura. Así sea.
Con permiso de somos.vicencianos.org