V Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Con permiso de dominicos.org
Jueves
"Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo"
I. Contemplamos la Palabra
Lectura del primer libro de los Reyes 11,4-13
Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras
dioses extranjeros; su corazón ya no perteneció por entero al Señor como el
corazón de David, su padre. Salomón siguió a Astarté, diosa de los fenicios, y a
Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo lo que el Señor reprueba; no siguió
plenamente al Señor como su padre David. Entonces construyó una ermita a
Camós, ídolo de Moab, en el monte que se alza frente a Jerusalén, y a Malcón,
ídolo de los amonitas. Hizo otro tanto para sus mujeres extranjeras, que
quemaban incienso y sacrificaban en honor de sus dioses.
El Señor se encolerizó contra Salomón, porque había desviado su corazón del
Señor Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y que precisamente le
había prohibido seguir a dioses extranjeros; pero Salomón no cumplió esta
orden. Entonces el Señor le dijo: "Por haberte portado así conmigo, siendo infiel
al pacto y a los mandatos que te di, te voy a arrancar el reino de las manos para
dárselo a un siervo tuyo. No lo haré mientras vivas, en consideración a tu padre
David; se lo arrancaré de la mano a tu hijo. Y ni siquiera le arrancaré todo el
reino; dejaré a tu hijo una tribu, en consideración a mi siervo David y a
Jerusalén, mi ciudad elegida."
Sal 105,3-4.35-36.37.40 R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo
Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo,
visítame con tu salvación. R/.
Emparentaron con los gentiles,
imitaron sus costumbres;
adoraron sus ídolos
y cayeron en sus lazos. R/.
Inmolaron a los demonios
sus hijos y sus hijas.
La ira del Señor se encendió contra su pueblo,
y aborreció su heredad. R/.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 7,24-30
En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa, procurando
pasar desapercibido, pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída
por un espíritu impuro se enteró en seguida, fue a buscarlo y se le echó a los
pies. La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el
demonio de su hija. Él le dijo: "Deja que coman primero los hijos. No está bien
echarles a los perros el pan de los hijos." Pero ella replicó: "Tienes razón, Señor;
pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los
niños." Él le contestó: "Anda, vete, que, por eso que has dicho, el demonio ha
salido de tu hija." Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama;
el demonio se había marchado.
II. Oramos con la Palabra
No hay oración para este día.
Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA.
III. Compartimos la Palabra
“Salomn desvi su corazn del Seor”
Uno de los peores y más nefastos errores que podemos cometer las personas
humanas es equivocarnos de Dios. Nombrar como Dios y Señor de nuestra vida
a quien no tiene ese rango, y abandonar al único Dios verdadero. “No se puede
servir a dos seores”. En este grave error cay Salomn. Y ador a quien no era
Dios. “Sus mujeres le desviaron su corazn tras otros dioses; su corazn ya no
perteneci por entero al Seor”. Adorar a un ídolo, a quien no es Dios, tiene
funestas consecuencias. Jamás un falso dios puede ofrecernos lo que el
verdadero Dios. Los ídolos, si tienen condicin humana, cometen fallos…
defraudando a sus seguidores. No así nuestro Dios y Señor. Los ídolos nunca
dan, porque no está en su poder, aquello que los hombres buscan en ellos: la
armonía total, la alegría completa, la felicidad plena. Nuestro único Dios sí tiene
capacidad para cumplir sus sabrosas promesas de plenitud. Los ídolos pueden
exigir ciertas actitudes a sus seguidores que en lugar de hacerles bien les
perjudican… Nuestro único Dios siempre nos conduce por caminos felicitantes,
nos lleva a fuentes de agua viva. Muy importante no caer en el gravísimo error
de Salomón.
“La mujer era pagana”
Cabe la interpretación de que Jesús en un primer momento sólo predicó al
pueblo judío, como nos lo demuestra el pasaje evangélico de hoy y otros
pasajes. Pero conociendo toda la trayectoria de Jesús, no solamente atiende el
ruego de la mujer pagana, sino que mandó ir a sus discípulos a anunciar su
buena noticia por todo el mundo. El sublime tesoro que él nos trajo de parte de
Dios no podía quedar reducido a un pueblo. Estaba destinado a toda la
humanidad. El amor de Dios, la luz de Dios, el perdón de Dios, la bondad de
Dios, las promesas de Dios, las curaciones de Dios, el cielo de Dios…están
destinados a todos los hombres de todas las épocas.
Fray Manuel Santos Sánchez
La Virgen del Camino