EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves después del Miércoles de Ceniza
Deuteronomio 30,15-20.
Hoy pongo delante de ti la vida y la felicidad, la muerte y la desdicha.
Si escuchas los mandamientos del Señor, tu Dios, que hoy te prescribo, si amas al
Señor, tu Dios, y cumples sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, entonces
vivirás, te multiplicarás, y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde ahora
vas a entrar para tomar posesión de ella.
Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar y vas a postrarte
ante otros dioses para servirlos,
yo les anuncio hoy que ustedes se perderán irremediablemente, y no vivirán mucho
tiempo en la tierra que vas a poseer después de cruzar el Jordán.
Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; yo he puesto delante de
ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus
descendientes,
con tal que ames al Señor, tu Dios, escuches su voz y le seas fiel. Porque de ello
depende tu vida y tu larga permanencia en la tierra que el Señor juró dar a tus
padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob.
Salmo 1,1-2.3.4.6.
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!
El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.
Evangelio según San Lucas 9,22-25.
"Qué tome su cruz cada día" comentario del Evangelio por: Beato Juan XXIII (1881-
1963), papa Diario del alma, 1930, retiro en Rusciu
"El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los
sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día".
Después dijo a todos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo,
que cargue con su cruz cada día y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí, la
salvará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?
Comentario del Evangelio por
Beato Juan XXIII (1881-1963), papa
Diario del alma, 1930, retiro en Rusciuk
"Qué tome su cruz cada día"
El amor a la cruz de mi Señor, me atrae cada vez más estos días. ¡Jesús
bendito, que esto no sea un fuego de paja que se apague con la primera lluvia, sino
un incendio que arda sin consumirse jamás! He encontrado estos días otra bella
oración que corresponde muy bien a mis condiciones espirituales: "Oh Jesús, mi
amor crucificado, te adoro en todos tus sufrimientos... Abrazo con todo mi corazón,
por amor a ti, todas las cruces de cuerpo y espíritu que me llegarán. Y hago
profesión de poner toda mi gloria, mi tesoro y mi satisfacción en tu cruz, es decir
en las humillaciones, privaciones y sufrimientos, diciendo con Santo Pablo: «qué
jamás me vanaglorie, si no en la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Ga 6,14). En
cuanto a mí, no quiero otro paraíso en este mundo que la cruz de mi Señor
Jesucristo "... Todo me hace pensar que el Señor me quiere todo para él, en el
"camino real de la santa cruz". Y es por este camino, y no por otro, que quiero
seguirlo...
Una nota característica de este retiro, ha sido una gran paz y una gran alegría
interior, que me dan el coraje de ofrecerme al Señor para todos los sacrificios que
quiera pedir a mi sensibilidad. De esta calma y de esta alegría, quiero que toda mi
ser y toda mi vida estén siempre penetradas, por dentro y por fuera... Cuidaré de
guardar esta alegría interior y exterior...
La comparación de San Francisco de Sales que me gusta repetir, entre otras:
"Estoy como un pájaro que canta sobre un matorral de espinas", debe ser una
invitación continua para mí. Por tanto, pocas confidencias sobre lo que puede hacer
sufrir; mucha discreción e indulgencia juzgando a los hombres y las situaciones; me
esforzaré por rezar especialmente por los que me hacen sufrir; y luego en toda
cosa una gran bondad, una paciencia sin límites, acordándome de que otro
sentimiento... no está conforme con el espíritu del Evangelio y de la perfección
evangélica. Desde el momento que hago triunfar la caridad cueste lo que cueste,
quiero pasar por un hombre cualquiera. Me dejaré atropellar, pero quiero ser
paciente y bueno hasta el heroísmo.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”