Lectio Divina: VII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Autor: P. Chuno, C.M.
LA PALABRA HOY: Isaías 43, 18-19.21-22.24-25; Salmo 40; 2 Corintios 1,18-22;
Marcos 2,1-12
Ambientación: Al centro: un par de muletas o imágenes de personas con diversas
parálisis o nombres de “parálisis” de nuestro tiempo escritos en cartulina. Imagen
del Señor de la Divina Misericordia
Cantos sugeridos: El Señor es mi fuerza
Ambientación:
La acción de Jesús provoca la admiración de la gente y alaban a Dios. Ese será,
también, nuestro grito agradecido cuando experiementemos en nuestras vidas y en
nuestro mundo que Dios perdona, cura y salva de toda parálisis que nos impida
ponernos de pie.
Oración inicial
Señor Jesús, la gente te rodea, te buscan,
quieren escucharte y recibir tus favores.
Unos amigos llevan a uno que estaba paralítico
quieren que se encuentre contigo,
pero la multitud les impide, encuentran dificultades,
pero ellos no se desaniman,
buscan la forma de que haya ese encuentro.
Hacen hasta lo imposible,
y consiguen que ese amigo llegue hasta ti.
Ante tanto esfuerzo, Tú no permaneciste indiferente
sino que le has devuelto la salud del cuerpo y del alma,
le has dado tu vida por medio de tu perdón.
Señor, que al reflexionar tu Palabra
te conozcamos más y más
y que tengamos tus mismos sentimientos.
Que como esos amigos, también nosotros sepamos
llevar a otros ante ti y que como el paralítico
seamos sanados de cuerpo y alma
teniendo vida plena en ti. Que así sea.
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
Mc 2, 1-12
Motivación: La forma de actuar de Jesús revela quién es. Su gesto de perdón y
curación es signo de la salvación completa que Dios quiere regalar al ser humano,
liberándole de las opresiones internas y externas, de los pecados y las
enfermedades. Escuchemos:
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
En tiempo de Jesús, la gente pensaba que la enfermedad era consecuencia del
pecado. ¿Cómo aparece reflejada esta mentalidad en el texto?
¿Cómo hizo el paralítico para llegar a Jesús? ¿Qué hace Jesús con él?
Los maestros de la ley se oponen al milagro de Jesús: ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué
les parece escandaloso que Jesús perdone los pecados? ¿Cómo responde el Señor?
¿Qué implica que Jesús diga al paralítico: “Levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa”?
¿Cómo reacciona la gente ante este hecho?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 9,1-8; Lc 5,17-26. También Mt 6,12; Lc
1,77; Hch 2,38.
II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
Motivación: No podemos considerar este pasaje sólo como algo el pasado, sin
relación con nuestra realidad actual. Hoy siguen existiendo personas necesitadas de
liberación y continúa poniéndose en duda el poder y la autoridad de Jesús. Por eso
es necesario que la Palabra se haga carne en nuestra historia y en nuestras vidas.
Jesús ve la fe del paralítico y de sus amigos que hacen lo imposible por llegar hasta
él. ¿Cómo puede alimentar este texto hoy a nuestra fe?
¿Creo que Jesús libera de modo integral a la persona, perdonando y curando?
¿Qué experiencias tengo de Jesús sanador en mi vida?
¿Cuáles son las parálisis que me impiden levantarme? ¿Y las parálisis que no dejan
caminar a nuestro mundo? ¿Cómo me compromete?
¿Cómo llevamos a los paralíticos de hoy ante el Señor? ¿Puedo recordar a algún
amigo “paralítico” que he llevado ante Dios?
¿He experimentado en mi vida el perdón de Dios? ¿Cómo lo he vivido, qué ha
cambiado en mí?
III: Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: El camino que tenemos por delante no es fácil. Son muchas las
parálisis que acosan nuestra vida, la de nuestra sociedad. Por eso es necesario
elevar al cielo nuestra voz. Jesús sabrá decirnos como al paralítico: ¡Levántate!
Para que nosotros podamos levantar a otros.
Serenamente, miremos nuestros pecados y los de nuestra sociedad, aquellos que
nos impiden caminar y dejemos que en nuestro corazón resuenen las palabras de
Jesús: ánimo, te perdono tus pecados.
Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra oración (o
todos juntos)
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente dice a las Hijas de la Caridad: El amor de las Hijas de la
Caridad no es solamente tierno; es efectivo, porque sirven efectivamente a los
pobres, corporal y espiritualmente. Están obligadas a enseñarles a vivir bien; lo
repito, hermanas mías, a vivir bien… Por consiguiente tienen que llevar a los pobres
enfermos dos clases de comida: la corporal y la espiritual, esto es, decirles para su
instrucción alguna buena palabra de vuestra oración, como serían cinco o seis
palabras, para inducirles a que cumplan con sus deberes de cristianos y a practicar
la paciencia. Dios les ha reservado para esto. Las historias eclesiásticas y profanas
no dicen que se haya hecho nunca nada de lo que ustedes hacen; hay que
exceptuar a nuestro Señor; por eso tienen muchos motivos para humillarse.
Llevaban enfermos a nuestro Señor para que los curase, como aquel pobre
paralítico que bajaron por el techo de la casa. ¿No es lo que ustedes hacen en los
hospitales? Hermanas mías, desde toda la eternidad estaban destinadas a servir a
los pobres de la misma manera que nuestro Señor lo hizo. (IX, 535)
En mi oración de la semana: Repasar mi vida y tomar conciencia de mis pecados
que me tienen paralizado. Confiarlos al poder sanador de Jesús.
Reflexionar en mi comunidad, grupo, familia: ¿qué podemos hacer para ser hoy en
nuestra realidad los “camilleros” que lleven a otras personas a Dios?
Oración final
Señor Jesús, te damos gracias por tu Palabra que nos ha llenado de esperanza en
el amor que nos tienes. En ella encontramos siempre las huellas de tu misericordia
fiel y comprometida con nuestros caminos. En ella te reconocemos a ti, Hijo del
hombre, Dios con nosotros; el único capaz de dar vida nueva a la humanidad; tu
misma vida, entregada cada día por cada uno de nosotros. ¡Danos siempre la
gracia de acogerte! Amén
Con permiso de somos.vicencianos.org