Todo por amor a Dios.
2012-02-22
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ¨Tengan cuidado de no practicar sus
obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no
tendrán recompensa con su Padre celestial.
“Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les
aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando das limosna, que
no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en
secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta
orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la
gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando
vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan
la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les
aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes,
perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás
ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará¨. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, hoy que inicia la Cuaresma te imploro me ayudes a vivirla animado por una
fe más auténtica, más firme, con una mayor pureza de intención y por la esperanza
que la anima, busque crecer en el amor. Que tu gracia me guíe para aprovechar
todos los medios espirituales que me ofreces a través de nuestra madre, la Iglesia.
Petición
Señor, dame la gracia de convertirme a Ti con todo mi corazón, recordando que
polvo soy.
Meditación
Todo por amor a Dios.
«Cuando se realiza una obra buena, casi por instinto surge el deseo de ser
estimados y admirados por la buena acción, es decir, se busca una satisfacción. Y
esto, por una parte, nos encierra en nosotros mismos y, por otra, nos hace salir de
nosotros mismos, porque vivimos proyectados hacia lo que los demás piensan de
nosotros y admiran en nosotros. El Señor Jesús, al proponer de nuevo estas
prescripciones, no pide un respeto formal a una ley ajena al hombre, impuesta
como una pesada carga por un legislador severo, sino que invita a redescubrir estas
tres obras de misericordia viviéndolas de manera más profunda, no por amor
propio, sino por amor a Dios, como medios en el camino de conversión a él.
Limosna, oración y ayuno: es el camino de la pedagogía divina que nos acompaña,
no sólo durante la Cuaresma, hacia el encuentro con el Señor resucitado; un
camino que hemos de recorrer sin ostentación, con la certeza de que el Padre
celestial sabe leer y ver también en lo secreto de nuestro corazón» (Benedicto XVI,
9 de marzo de 2011).
Reflexión apostólica
«La Cuaresma es un tiempo litúrgico fuerte y un período de preparación para
celebrar los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. El Movimiento
invita a sus miembros a tomar conciencia del sentido cristiano de este tiempo y
vivirlo con un particular esfuerzo espiritual y apostólico, tomando pie de la liturgia
cuaresmal, de las catequesis pontificias y del momento particular que vive la
Iglesia» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 447).
Propósito
Cumplir el ayuno y la abstinencia, por amor a Cristo y a la Iglesia, con un sentido
de reparación y oblación.
Diálogo con Cristo
Gracias, Señor, por este tiempo de Cuaresma que me da la oportunidad para
acercarme más a tu amor. Tú que ves en lo secreto conoces mi debilidad, mi falta
de voluntad, me atracción a lo pasajero de este mundo; por eso humildemente te
suplico que camines conmigo en este tiempo de gracia y bendición para que lo viva
en constante disposición de servicio, pues sólo así podré conocerte, amarte y darte
a conocer a los demás.
«¡Cómo se engañan los hombres buscando su felicidad en el placer, en el poder y
en el dinero! El secreto de la felicidad es Cristo, porque solamente Él puede llenar
nuestra miseria y sólo Él puede colmar nuestra esperanza»
( Cristo al centro, n. 1313).