Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo B, Tiempo de Cuaresma,
Domingo de la Semana No. 3
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: La Ley se dio por medio de Moisés * Señor, tú tienes
palabras de vida eterna. * Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los
hombres, pero, para los llamados, sabiduría de Dios * Destruid este templo, y en
tres días lo levantaré
Textos para este día:
Éxodo 20,1-17:
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: "Yo soy el Señor, tu
Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí.
[No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra
o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto;
porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en
los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil
generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.]
No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor
impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo.
[Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de
descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni
tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus
ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, y el mar y lo que hay
en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo
santificó.]
Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu
Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás
testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no
codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su
asno, ni nada que sea de él."
Salmo 18:
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del Señor es
fiel / e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón; / la norma del Señor es
límpida / y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del
Señor son verdaderos / y enteramente justos. R.
Más preciosos que el oro, / más que el oro fino; / más dulces que la miel / de un
panal que destila. R
1 Corintios 1,22-25:
Hermanos: Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los
gentiles; pero, para los llamados -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de
Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo
débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Juan 2,13-25:
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el
templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados;
y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a
los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían
palomas les dijo: "Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi
Padre." Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "El celo de tu casa me
devora." Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: "¿Qué signos nos
muestras para obrar así?" Jesús contestó: "Destruid este templo, y en tres días lo
levantaré." Los judíos replicaron: "Cuarenta y seis años ha costado construir este
templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero hablaba del templo de su cuerpo.
Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había
dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su
nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque
los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque
él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Temas de las lecturas: La Ley se dio por medio de Moisés * Señor, tú tienes
palabras de vida eterna. * Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los
hombres, pero, para los llamados, sabiduría de Dios * Destruid este templo, y en
tres días lo levantaré
1. La hermosa simplicidad de los Mandamientos
1.1 Alguien dijo: "Tantos códigos, constituciones, decretos y leyes de los hombres...
para explicar lo que ya está en los Diez Mandamientos...". Y así es.
1.2 Los mandamientos son el maravilloso compendio del querer de Dios para el
hombre. No han pasado ni se han quedado sepultados en el Antiguo Testamento.
Cuando aquel joven (Mt 19) le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para tener
vida, la primera respuesta de Jesús fue: "cumple los mandamientos". En la Palabra
Divina hay vida y ello es particularmente cierto cuando se trata de estas palabras a
las que con razón se ha llamado "caminos de libertad".
1.3 ¿Qué dicen en esencia los mandamientos? Aquello que Cristo nos hizo el favor
de sintetizar. Pues si todavía nos parecía demasiado que hubiera DIEZ
mandamientos, Jesús condensa todo en sólo DOS: "Amarás al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón... y a tu prójimo como a ti mismo" (Lc 10,27). Ser bueno es
sencillo. Es posible que sea difícil, pero es sencillo.
2. La locura de la Cruz
2.1 Al parecer, Dios se propuso curar la locura de nuestro pecado con la locura de
su gracia. Si nos parece absurdo que Dios entregue a su propio y único Hijo por
nosotros, meditemos si no es primero absurdo darle la espalda a un Dios tan
bueno.
2.2 El mandamiento principal es "amar a Dios sobre todas las cosas". Esto resulta
imposible y loco, dado el atractivo y la utilidad que tienen tantas cosas que nos
seducen, y dado el poder de la maldad que nos acobarda en la práctica del bien. La
razón humana puede descubrir sin esfuerzo la belleza de una vida que tiene a Dios
en primer lugar, pero luego resulta que la vida no sigue ese mismo camino que ve
la mente, en razón de nuestra debilidad interior, de la cobardía que nos produce la
arrogancia del mal y del encanto que tienen las cosas que nos apartan y dividen de
Dios.
2.3 Por eso necesitamos una fuerza nueva, un poder invencible, una razón por
encima de nuestra razón, que tenga eficacia en nuestras almas flacas y enfermas. Y
eso es la Cruz. Es el amor que antecede y sobrepuja a todo amor. Por eso la Cruz,
el amor de la Cruz, es el corazón de la predicación cristiana.
3. "No se fiaba de ellos"
3.1 Según lo dicho, podemos fiarnos de Dios. Nos inspira confianza y gratitud
infinitas desde el madero de la Cruz. Mas el Evangelio dice que Jesús "no se fiaba"
de la gente. Así sucede porque nuestro amor, así esté pegado al templo, no tendrá
fortaleza mientras no se una al templo vivo que es el Cuerpo de Cristo. Donde
entendemos que también las cosas de Dios en un momento dado pueden
apartarnos de Dios. Y que hay ídolos que no tienen cara y manos.
3.2 Esto es bueno recordarlo porque, con referencia a la primera lectura, se gozan
los protestantes en criticar a los católicos porque utilizamos imágenes. ¡Como si el
tema de la idolatría se superara rompiendo yeso y quemando madera! El problema
no está en esas imágenes de nuestros templos, las cuales si son bien utilizados más
bien ayudan e inspiran a la piedad: el problema está en la perversa tendencia
idolátrica del alma humana, que es capaz de hacer un ídolo incluso del templo de
Dios.
3.3 Por eso todos, protestantes y católicos, tenemos que pegarnos a la Cruz de
Cristo; todos, todos los seres humanos, hemos de encontrarnos en las entrañas de
amor de Jesús y allí recibir y agradecer el regalo de la redención.