Jesús manifiesta a Dios vivo mediante la cruz y la resurrección.
(2012-03-27)
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 8, 21-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Yo me voy y ustedes me buscarán, pero
morirán en su pecado. A donde Yo voy, ustedes no pueden venir». Dijeron entonces
los judíos: ¿Estará pensando en suicidarse y por eso nos dice: “A donde Yo voy,
ustedes no pueden venir”?. Pero Jesús aadi: Ustedes son de aquí abajo y Yo
soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, Yo no soy de este mundo. Se lo
acabo de decir: morirán en sus pecados, porque si no creen que Yo Soy, morirán en
sus pecados».
Los judíos le preguntaron: «Entonces, ¿quién eres Tú?». Jesús les respondió:
«Precisamente eso que les estoy diciendo. Mucho es lo que tengo que decir de
ustedes y mucho que condenar. El que me ha enviado es veraz y lo que Yo he oído
decir a Él es lo que digo al mundo». Ellos no comprendieron que hablaba del Padre.
Jesús prosiguió: «Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán
que Yo Soy y que no haga nada por mi cuenta; lo que el Padre me enseñó, eso
digo. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque Yo hago
siempre lo que a Él le agrada». Después de decir estas palabras, muchos creyeron
en Él. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor y Padre mío, quiero tener un encuentro personal contigo y hacer siempre lo
que te agrada. Dame tu gracia para que este momento de meditación, y todo mi
día, gire en torno al amor a los demás, sé que eso es lo que más te complace.
Petición
Jesucristo, dame la gracia de encontrarte y llevarte a los demás.
Meditación
Jesús manifiesta a Dios vivo mediante la cruz y la resurrección.
«Y es siempre Jesús quien tiene que ayudarnos a entender una y otra vez que el
poder de Dios es diferente, que el Mesías tiene que entrar en la gloria y llevar a la
gloria a través del sufrimiento. En el segundo coloquio, después de que Judas ha
salido y se ha proclamado el mandamiento nuevo, se pasa al tema del martirio.
Esto aparece bajo la palabra clave “irse”, “ir hacia”. Según Juan, Jesús habl en dos
ocasiones de su “irse” donde los judíos no podían ir. Quienes lo escuchaban
trataron de adivinar el sentido de esto y avanzaron dos suposiciones. En un caso
dijeron: «¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar a los
griegos?». En otro, comentaron: «Será que va a suicidarse?». En ambas
suposiciones se barrunta algo verdadero y, sin embargo, fallan radicalmente en la
verdad fundamental. Sí, su irse es un ir a la muerte, pero no en el sentido de darse
muerte a sí mismo, sino de transformar su muerte violenta en la libre entrega de su
propia vida» (Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, segunda parte, p.
30).
Reflexión apostólica
«Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, constituye el paradigma de la plenitud
humana. Él es el hombre perfecto; el que da respuesta a todos los anhelos y
aspiraciones del ser humano; el que revela al hombre el sentido y el significado de
su propia humanidad» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n.
119).
Propósito
«Ir» a contemplar a Cristo crucificado y tener un diálogo íntimo con Él, en la
oración.
Diálogo con Cristo
Qué difícil puede ser el comprender la verdad tras la Palabra de Dios. Sobre todo
cuando siento que me apela en algún aspecto que no me gusta, porque
instintivamente busco la interpretación que mejor se acomode a la ley del mínimo
esfuerzo. Por lo anterior, quiero guardar el silencio necesario que me lleve a una
auténtica contemplación de Cristo, camino, verdad y vida, que me abrirá los ojos de
mi corazón.
«Cristo supo esperar y comprender a los demás. Cristo, encontrando muchos
pecadores, los acogió con corazón bondadoso y no justiciero. No difundió los
errores de los pecadores, sino que los acogió con un corazón lleno de comprensión
y bondad. ¡Qué conversiones logró con un poco de comprensión!»
( Cristo al centro , n. 248).