Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Cuaresma,
Semana No. 5, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Los haré un solo pueblo * El Señor nos guardará como un
pastor a su rebaño. * Para reunir a los hijos de Dios dispersos
Textos para este día:
Ezequiel 37,21-28:
Así dice el Señor: "Yo voy a recoger a los israelitas por las naciones adonde
marcharon, voy a congregarlos de todas partes y los voy a repatriar. Los haré un
solo pueblo en su país, en los montes de Israel, y un solo rey reinará sobre todos
ellos. No volverán a ser dos naciones ni a desmembrarse en dos monarquías. No
volverán a contaminarse con sus ídolos y fetiches y con todos sus crímenes. Los
libraré de sus pecados y prevaricaciones, los purificaré: ellos serán mi pueblo y yo
seré su Dios. Mi siervo David será su rey, el único pastor de todos ellos. Caminarán
según mis mandatos y cumplirán mis preceptos, poniéndolos por obra.
Habitarán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, en la que habitaron vuestros
padres; allí vivirán para siempre, ellos y sus hijos y sus nietos; y mi siervo David
será su príncipe para siempre. Haré con ellos una alianza de paz, alianza eterna
pactaré con ellos. Los estableceré, los multiplicaré y pondré entre ellos mi santuario
para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi
pueblo. Y sabrán las naciones que yo soy el Señor que consagra a Israel, cuando
esté entre ellos mi santuario para siempre."
Jeremías 31:
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, / anunciadla en las islas remotas: / "El que
dispersó a Israel lo reunirá, / lo guardará como un pastor a su rebaño." R.
Porque el Señor redimió a Jacob, / lo rescató de una mano más fuerte. / Vendrán
con aclamaciones a la altura de Sión, / afluirán hacia los bienes del Señor. R.
Entonces se alegrará la doncella en la danza, / gozarán los jóvenes y los viejos; /
convertiré su tristeza en gozo, / los alegraré y aliviaré sus penas. R.
Juan 11,45-57:
En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que
había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les
contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron
el Sanedrín y dijeron: "¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo
dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el
lugar santo y la nación." Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año,
les dijo: "Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que
uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera." Esto no lo dijo por
propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente,
anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino
también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con
los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada
Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los
judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para
purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: "¿Qué os
parece? ¿No vendrá a la fiesta?" Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado
que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.
Homilía
Temas de las lecturas: Los haré un solo pueblo * El Señor nos guardará como un
pastor a su rebaño. * Para reunir a los hijos de Dios dispersos
1. La gran promesa
1.1 Hoy la cuaresma se abre al misterio de la Semana Mayor. Mañana es Domingo
de Ramos y es preciso que tengamos en nuestro corazón una esperanza muy
nítida, muy firme, muy bella, porque es grande el misterio de piedad que verán
nuestros ojos.
1.2 Pocos textos como la lectura de Ezequiel en este día resumen tan
preciosamente las promesas de Dios, que ciertamente desbordan nuestros anhelos
y los sacian de cielo.
1.3 Mira cuántas cosas nos promete el Señor por boca de este profeta: el
cumplimiento de las promesas hechas al pueblo de la alianza; la reconciliación y la
unidad, la victoria sobre la idolatría, el fin de la tiranía del pecado, una nueva
pureza, estado de amistad y amor con Dios, dulzura en una paz estable y duradera,
gloria entre todos los pueblos.
1.4 Si examinamos estos bienes maravillosos notamos que comprenden dos
momentos básicos: la sanación de las heridas del mal y la consolidación en la obra
del bien. Y eso es la Pascua, eso es lo que el Señor ha querido darnos con la
muerte de Cristo, en la que nuestros males han muerto y con la Resurrección de
Cristo, en donde ha encontrado cimiento y fuerza toda bendición.
2. Escribe derecho en renglones torcidos
2.1 ¡Qué lógica retorcida y perversa la de aquellas autoridades judías! Para ellos el
"desastre" es que la gente crea en el Mesías y la "solución" es matar a Jesús, para
que el pueblo se salve. Y sin embargo, su lógica resultó siendo cierta, no porque
fuera verdadera, sana o buena, sino porque en este pasaje de hoy, más que en
ningún otro, se cumple que "Dios escribe derecho en renglones torcidos".
2.2 A veces uno se extraña y se espanta de descubrir cuánta sevicia y odio increíble
llegaron a acumular estos hombres contra Jesucristo. Uno sabe que detrás de esa
animosidad está en últimas el diablo, pero eso no nos excluye ni nos exime de
examinar qué causas próximas encendieron tanta ira y tanto encono.
2.3 Básicamente el punto parece ser que el Evangelio de la gracia allanaba de tal
manera el encuentro con Dios, Padre de amor y perdón, que hacía superfluo todo el
montaje de conveniencias y alianzas humanas, todo el tejido de afectos carnales y
pactos de familia que habían logrado construir esas "autoridades". Los saduceos,
con su descarado maridaje con los romanos, y los fariseos, ebrios de su vanidad de
fachada religiosa, veían espantados que Dios estaba demasiado cerca y que todo lo
que ellos habían levantado con el esfuerzo de una vida se venía al suelo ante la
noticia de un amor sanador, perdonador, gratuito y bello como el que ofrecía Jesús.
Aceptar a Jesús implicaba renunciar a la tarea de toda su vida. Y, como dijo el
Señor, querían "conservar" su vida... y por eso la estaban "perdiendo". Resultaron
capaces de sacrificar al autor de la vida por no perder lo que habían pretendido con
su labor y su amor a sí mismos.
2.4 Hermanos, el drama está presto a realizarse. Entendemos, con Ezequiel, los
planes del amor divino; descubrimos, con Juan, los planes del egoísmo humano.
Esta Semana que va a comenzar, Semana Santa, nos dirá quién ganó y a qué
precio.