Fe viva
La Palabra de Dios hoy, sienta cátedra sobre la fe. La fe como praxis en la
primera lectura, la fe como camino que viene de Dios y lleva a Dios en la
segunda lectura y, como una propuesta sujeta a dudas, en la tercera
lectura. Se trata de una fe viva, madura, que hace del sujeto creyente un
ser ubicado en un contexto que necesariamente es y debe ser su propia
comunidad.
El libro de los Hechos describe el hábitat comunional donde la fe madura. Es
la primera comunidad cristiana con sus dificultades y utopías. Fe y amor
solidario se confunden. Fe y vida toman partido por una opción radical en
pro de los derechos más fundamentales del ser humano. La fe se expresa
en la misma vida y ésta se traduce en fe testimoniada hasta la sangre
misma.
Juan está preocupado por nuestra fe. No la describe como conquista, sino
que la define como un don, un don que se nos da cada día y que cada día
debemos merecer, no en mérito, sino en gratuidad, en celebración festiva y
comunitaria. Es la dura caminada de la fe de cada día que nos invita a la
fuente de la palabra contextualizada y contestada.
Pero esto de la fe no es nada fácil. Creer no es una obligación, es
aceptación a una invitación de amor, de vida nueva. Tomás no escapa a la
duda, a la incertidumbre, a la fatiga, al descubrimiento de zonas oscuras.
Necesita ver, palpar, sentir. El Dios de nosotros se adapta a nuestra propia
simbología, a nuestros modos de hablar, a nuestras expresiones de vida. La
fe va envuelta en esta realidad, duro pan de cada día.
Cochabamba 15.04.12
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com