Comentario al evangelio del Sábado 21 de Abril del 2012
Las primeras comunidades cristianas vivieron momentos de mucha turbación. Recordaban el episodio
de peligro y miedo que experimentaron durante la tempestad en el lago. Lo que sucedió aquella noche
les servía a ellos y nos sirve a nosotros para saber cómo salir airosos de las situaciones más difíciles.
Jesús les quita los miedos con su palabra divina: “Soy yo, no temáis”. Tempestades y peligros
parecidos nos asaltan cada vez que por nuestra increencia nos alejamos de él.
Por otra parte, las desavenencias en los grupos humanos son el pan de cada día. Y cuando se trata de
nuestra comunidad cristiana, se pueden convertir en verdaderas pruebas de fe. En lugar de ver
fantasmas, tenemos que afinar nuestra mirada y agudizar nuestro oído para ver y escuchar a nuestro
único Señor y Maestro. Sólo él con su presencia puede hacer florecer en el corazón de la comunidad,
de cada discípulo, la armonía y la paz.
Hoy en la liturgia recordamos a San Anselmo. Vivió hace casi mil años, pero su búsqueda de Dios
tiene máxima actualidad. No me resisto a recordar estas famosas palabras del santo:
“Sal un momento de tus ocupaciones habituales; ensimísmate un instante en ti mismo, lejos del
tumulto de tus pensamientos; arroja lejos de ti las preocupaciones agobiadoras, aparta de ti tus
trabajosas inquietudes. Busca a Dios un momento, sí, descansa siquiera un momento en su seno. ¡Oh
corazón mío!, di con todas tus fuerzas, di a Dios: Busco tu rostro, busco tu rostro, ¡oh Señor!
Y ahora, ¡oh Señor, Dios mío! , enseña a mi corazón dónde y cómo te encontrará, dónde y cómo tiene
que buscarte. Si no estás en mí, ¡oh Señor!, si estás ausente, ¿dónde te encontraré?
Nunca te he visto, Señor Dios mío; no conozco tu rostro. ¿Qué hará, Señor omnipotente, este tu
desterrado tan lejos de ti?...”
Son estos testigos de la fe de todos los tiempos quienes nos ayudan con su testimonio y con su palabra
a enfrentar momentos de oscuridad y de tormenta en la vida personal y en la vida de la comunidad.
Carlos Latorre, cmf