Master·evangeli.net
Día litúrgico: Miércoles III de Pascua
Texto del Evangelio ( Jn 6,35-40): En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Yo
soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no
tendrá nunca sed (…). He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me ha enviado (…). Porque esta es la voluntad de mi Padre: que
todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último
día».
Comentario: Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès,
Barcelona, España)
La voluntad de Dios
Hoy, Jesús se presenta como el "pan de vida". En estas palabras se manifiesta el
sentido de su misión: salvar al hombre y darle vida. Y para perpetuar su acción
salvadora y su presencia entre nosotros, Jesucristo se ha hecho para nosotros
alimento de vida.
Jesucristo nos invita a seguirlo, a alimentarnos de Él, dado que esto es lo que
significa "verlo" y "creer" en Él, y a la vez nos enseña a realizar la voluntad del
Padre, tal como Él la lleva a cabo. Al enseñar el "Padrenuestro", colocó seguidas
dos peticiones: "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día". Este pan no sólo se refiere al alimento material, sino a Sí
mismo, alimento de vida eterna, con quien debemos permanecer unidos con la
cohesión profunda que nos da el Espíritu Santo.
—Acerquémonos con fe a Aquel que ha querido ser nuestro alimento, nuestra luz y
nuestra verdadera vida.
“servicio brindado por el http://evangeli.net/evangelio”. Con permiso a
homiletica.org