“Yo soy el pan de Vida”
Jn 6, 44-51
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. “TODOS SERÁN INSTRUIDOS POR DIOS”.
Jesús dijo a la gente: Nadie puede venir a Mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y Yo lo
resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: “Todos serán instruidos
por Dios”.
Después de esta afirmación a gente, Jesús les hace ver con el testimonio de los Profetas, el
evento de esta atracción del Padre y que habrá una acción instructiva de Dios en los
corazones, para ello, cita un trozo de Isaías: “Todos serán instruidos por Dios”. (Is 54:13).
Según los profetas, hay una instrucción que se realiza precisamente en los días de Cristo-
Mesías, de la “alianza nueva,” y que fundamenta en que Dios mismo enseará a los hijos
de la nueva Sión. Serán enseñados y por tanto atraídos por el mismo Dios. Del mismo
modo con Dios le conversa a los hombres, así también puede moverlos eficazmente a sus
fines. Es lo que Jesús quiere poner bien en claro, de este modo se notará la colaboración
de ambos en la obra misma del Padre.
2. “EL QUE VIENE DE DIOS”.
Pero también nos deja en claro, que no es necesario, ni factible ver al Padre. Porque nadie
puede ver a Dios sin morir. Y slo lo ha visto uno, “el que viene de Dios”. Jesús no se
nombra pero claramente, se presenta (Jn 1:18) y garantiza con ello su verdad. Al estar “en
el seno del Padre” (Jn 1:28), conoce sus planes y por eso “los dio a conocer” (Jn 1:18), que
aquí es: “que nadie puede venir a El si no es traído por el Padre.”
Y en su discurso sobre Cristo “Pan de vida” se cierra y resume en una afirmacin solemne:
“Les aseguro que el que cree tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida”
3. “YO SOY EL PAN DE VIDA”.
Este discurso es claramente eucarístico “Yo Soy el Pan de Vida”. Es pan de vida, en el
sentido que El causa y dispensa esta vida. Y le hace ver que sus padres, en el desierto,
comieron el maná y murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo para que aquél
que lo coma no muera. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo.” El que coma de este pan vivirá
eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo. Le habían discutido
antes los judíos que con el prodigio del maná, que Dios hizo en favor de los padres en el
desierto. Y ahora Jesús recoge aquella mención para decirles, una vez más, que aquel pan
no era el pan verdadero. Era slo un alimento temporal. Por eso, los padres “comieron el
maná, pero “murieron.”
Sin embargo hay un pan verdadero: “pan vivo bajado del cielo” Y precisamente “para que
aquél que lo coma no muera”. Y no morirá en el espíritu, ni eternamente en el cuerpo.
Porque este pan postula la misma resurrección corporal.
4. “YO SOY EL PAN VIVO QUE BAJÓ DEL CIELO.”
Y dice Jesús: “Este es el pan” con lo que se acaricia muy de cerca la frmula de la
consagracin eucarística: “Este es mi cuerpo.” Y este pan hasta aquí aludido encuentra de
pronto su concrecin: “Yo soy el pan vivo que baj del cielo.” Y tiene en sí mismo la vida (Jn
5:26). Y la tiene, porque ese pan es el mismo Cristo, que “baj” del cielo en la encarnacin.
Es el verbo que tom carne. Y al tomarla, es pan “vivo.” Porque es la carne del Verbo, en
quien, en el “principio,” ya “estaba la vida” (Jn 1:4) que va a comunicar a los seres
humanos. Si ese pan es “viviente,” no puede menos de conferir esa vida y vivificar así al
que lo recibe. Y como la vida que tiene y dispensa es eterna, se sigue que el que coma de
este pan “vivirá eternamente.”
5. “Y EL PAN QUE YO DARÉ ES MI CARNE PARA LA VIDA DEL
MUNDO.”
La carne de Cristo no como estaba en su nacimiento, sino en cuanto entregada a la muerte
para provecho del mundo. “Esto es mi cuerpo, que se da por vosotros (a la muerte)” (Lc
22:19; 1 Cor 11:24). Aquí Jesús no habla de la entrega de su vida, sino de la entrega de su
carne”, talvez porque se piensa en la participacin del cuerpo y sangre en el banquete
eucarístico. El pan que Cristo “dará” es la Eucaristía. Y ésta, para Jn, es el pan que
contiene la “carne” de Cristo. En el uso semita, carne, o carne y sangre, designa el hombre
entero, el ser humano completo. Aquí la Eucaristía es la “carne” de Cristo, pero en cuanto
está sacrificada e inmolada “por la vida del mundo”
El tema del pan Eucarístico, es la enseñanza de todo el capitulo seis del Evangelio de san
Juan, para enseñarnos que la Eucaristía comunica los creyentes la vida que el Hijo recibe
del Padre. “Nadie puede venir a Mí, si no lo atrae el Padre que me envi”. Es el Padre el
que debe producir en nosotros el deseo de ir a Cristo, de entregarnos a El, y porque
escuchando al Padre se llega a Cristo.
Que maravilla, el Pan Eucarístico, Cristo se queda en la Eucaristía para ser nuestro
alimento.
La alegría de Cristo resucitado vivan en sus corazones