VI DOMINGO DE PASCUA. Ciclo B
No siervo sino amigos
La Palabra: "Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su
señor; a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he
dado a conocer" (evangelio).
1. El que tiene un amigo fiel ha encontrado un tesoro. La amistad es algo que
gratuitamente surge, que nos alegra la vida, un clima de sintonía profunda. El
amigo es alguien en quien siempre podemos confiar, con quien siempre podemos
contar, que nunca impone nada, que nos escucha, nos aconseja cuando se lo
pedimos, y que siempre nos ofrece su apoyo. Pero la verdadera amistad no es
unilateral; solo existe cuando "el amigo es amigo para el amigo".
2. El evangelio que hemos escuchado y donde Jesús nos llama "amigos" pertenece
a las palabras de despedida, poco antes de su muerte. Viene a ser como la
expresión resumida de lo que ha significado su vida y del significado que tendrá su
muerte próxima: manifestarnos que Dios es amor, ternura infinita, no sabe más
que amar. Y quiere que los seres humanos correspondamos a esa manifestación;
que vivamos en amistad, en confianza total con ese amor que nos constituye y
continuamente nos sostiene. Sin embargo, parece que nos gusta más vivir como
esclavos que como amigos de Dios. Poco antes de su muerte... Nos cuesta mucho
aceptar la novedad revelada en Jesucristo: Dios es amor siempre dando vida, no el
rival que ha cargado de obligaciones a los seres humanos, sino el amigo siempre a
nuestra disposición aunque no respondamos a su amistad.
3. Jesús está dispuesto a entregar la propia vida como signo de su amistad o total
solicitud por los seres humanos. En ese contexto tiene todo su valor la
recomendación: "amaos unos a otros como yo os he amado". Es decir, relacionaros
como amigos hasta entregar la propia vida para ser fieles en el compromiso por la
vida de todos. Cuando ponemos en práctica esa relación de amistad con los otros,
manifestamos que somos amigos de Dios revelado en Jesucristo. Tomás de Aquino
define la caridad cristiana como amistad.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net