Master·evangeli.net
Día litúrgico: Martes IV de Pascua
Texto del Evangelio ( Jn 10,22-30): () Jesús se paseaba por el Templo, en el
pórtico de Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas a
tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente». Jesús les respondió:
«Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre
son las que dan testimonio de mí (). Yo y el Padre somos uno.
Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona,
España)
Dios Hijo
Hoy Jesucristo se nos presenta con la afirmación más atrevida de todos los
tiempos: Él y el Padre son uno. Se revela como Dios y como el Hijo del Padre-Dios.
Nunca ningún líder religioso había esgrimido tal pretensión. Pero Jesús hace "obras"
que sólo Dios puede realizar: actúa y habla como Dios. Su "obra" definitiva fue su
resurrección por su propio poder.
Es realmente Hijo: es Alguien viviente que procede de otro Viviente (el Padre), en
igualdad de naturaleza (divina). Es pura Filiación-Infinita: se distingue del Padre
(por ser Hijo) y se identifica plenamente con el Padre (porque es Infinito). Es
Imagen perfectísima del Padre, pues Éste —como Ser consciente— se conoce y
tiene una Imagen de Sí. También cada hombre tiene una imagen de sí mismo, pero
en Dios es una Imagen infinitamente perfecta, tanto que es una Persona divina: el
Hijo que procede del Padre por una "generación" intelectual.
—Dios mío, ¡me rindo ante tu infinita belleza!
“servicio brindado por el http://evangeli.net/evangelio”. Con permiso a
homiletica.org