“Si ustedes me piden algo en mi Nombre, Yo lo haré”
Jn 14, 7-14
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. NADIE VA AL PADRE, SINO POR MÍ
Al comienzo del capitulo catorce, (Jn 14,1), Jesús dice: “Crean en Dios y crean también en
mi”. Puesto que ya creen en Dios, que crean también en El; que esa fe en El se mantenga y
aumente en su ausencia, a pesar de que van a presenciar su muerte de cruz; que crean en
El como en el Hijo de Dios, tema del evangelio de san Juan.
En este fragmento de hoy, esta sección se enlaza con este versículo, en el que les habla de
la fe en el Padre y en El. Si va al Padre, lógicamente surge el hablar de quién sea: que
conozcan el término adonde va. A lo que se une la frase del último versículo, Nadie va al
Padre, sino por mí, ya que nadie puede venir al Padre sino por Jesús.
2. "SI USTEDES ME CONOCEN, CONOCERÁN TAMBIÉN A MI
PADRE”
Dice Jesús: "Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Es decir nos promete
para el futuro que sabremos de un conocimiento especial del Padre. ¿Es para cuando estén
en las moradas que va a prepararles? Pero, dice el Señor: “Ya desde ahora lo conocen”, es
decir, desde el tiempo en que Él, durante su ministerio público, les hizo la gran revelación
de Dios Padre, que envió a los seres humanos a su Hijo verdadero. Por eso, al conocer al
Hijo, se conoce al Padre, en el sentido de que lo engendra, comunicándole su misma
naturaleza divina, lo mismo que por comunicarle las obras que hace.
La insistencia de Jesús en tratar el tema del Padre, ha suscitado en algunos de ellos el
deseo de un conocimiento más profundo y mas experimental, es así como Felipe le dijo:
“Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta” La pregunta de Felipe que pide les muestre
al Padre, pensando que Jesús, que hizo tantos milagros, se lo manifestase ahora con una
maravillosa teofanía, al estilo de lo que se pensaba de Moisés o Isaías, que habían visto a
Dios, hace ver, una vez más, la rudeza e incomprensión de los apóstoles hasta la gran
iluminación de Pentecostés.
3. EL PADRE ESTÁ PRESENTE EN EL
De ese conocer al Padre y al Hijo se sigue que también han de saber que están el uno en el
otro. ¿Cómo? Podría pensarse que por la unión vital e inmanencia del uno en el otro, por
razón de la persona divina de Jesús; Pero seguramente se refiere al Verbo encarnado,
como San Juan lo considera en el evangelio. Y así el Padre está presente en El, aparte de
otras presencias, por las obras que le da a hacer. Dice en un texto, que es la mejor
interpretación de éste: Si no me creéis a mí, creed a las obras (milagros), para que sepáis y
conozcáis que el Padre está en mi y Yo en el Padre (Jn 10:38; cf. Jn 14:20). El Padre está
por la comunicación que le hace, y El está en el Padre por la dependencia que su
humanidad tiene de El para realizar los milagros y el mensaje.
Por último, para la garantía de esta mutua presencia y de la verdad de que quien lo ve a El
ve al Padre, remite a las obras que el Padre hace en El.
4. LES ASEGURO QUE EL QUE CREE EN MÍ HARÁ TAMBIÉN LAS
OBRAS QUE YO HAGO
Luego Jesús nos hace una promesa, dice: Les aseguro que el que cree en mí hará también
las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre La primera promesa que
nos hace es que no sólo harán las obras que Yo hago sino que aún las hará mayores. Y la
razón es porque El va al Padre.
La palabra obras, a las que Jesús se remite, es la garantía de su verdad. Ya el anuncio que
Jesús hace a los suyos es de optimismo: su ausencia no los dejará en el fracaso, porque
harán aún obras mayores que las que El hizo. ¿Qué obras son éstas?
5. SI USTEDES ME PIDEN ALGO EN MI NOMBRE, YO LO HARÉ
Cristo dice en otro pasaje: Las obras que el Padre me dio a hacer, esas obran dan
testimonio en favor mío de que el Padre me ha enviado (Jn 5:36). Es toda su obra
mesiánica: su actividad, su enseñanza de las cuales los milagros son signos.
En esta misma línea mesiánica están estas obras que les promete hacer. Son la obra mayor
de la expansión mesiánica, que Jesús tenía circunscrita a Palestina y que ellos llevarán
hasta los confines de la tierra (Hech. 1:8). Harán las obras que El hizo, enseñar el mensaje
y confirmarlo con milagros, y las harán mayores, por la extensión de ese mensaje y
milagros por todo el mundo.
Es la interpretación que ya daba San Agustín: Con la predicación de los discípulos creyeron
no unos pocos, como eran ellos, sino pueblos enteros. Y éstas son, sin duda, obras
mayores. Y esta obra que van a hacer se debe a que El va al Padre. Es El quien, por ellos,
va a realizar y confirmar su obra de expansión mesiánica.
6. SI USTEDES ME PIDEN ALGO EN MI NOMBRE, YO LO HARÉ
Si ustedes me piden algo en mi nombre, yo lo haré". Lo que pidan al Padre en nombre de
Cristo, eso lo hará Cristo. Podría pensarse que Jesús lo haría como un instrumento del
Padre. Pero parece acusarse deliberadamente la divinidad del Verbo encarnado al ponerse
en una misma línea. Así dijo: Yo y el Padre somos una misma cosa ---san Juan 10:30 --- los
judíos consideran que con ello se hacía Dios (Jn 10:33).
A esto mismo lleva el que lo que le pidan a él en su nombre, por él mismo: Yo lo haré. Se
pone en una esfera trascendente, en paralelismo con el Padre. Se acusa en ello la divinidad
del Verbo encarnado
¿Qué significa pedir en mi nombre? Puede tener varios sentidos, ya que, conforme al uso
semita, nombre está por la misma persona. Así podría significar: alegar al Padre que es su
Hijo (Jn 16:23-24); ponerlo por intercesor (Jn 11:12); alegar su poder o autoridad (Act 3:6-
12); pedir unidos vitalmente a El (Jn 15:5); o como representantes suyos y encargados de
continuar su obra (Jn 15:16).
7. UNA FORMA DE QUEDARSE CON NOSOTROS
El contexto inmediato se refiere a las obras mayores, que es su obra de enviados de Jesús
a continuarla. Por eso, el sentido preferente aquí de en mi nombre se refiere a los
apóstoles, que unidos a El (Jn 14:12; 15:5), le piden a El todo lo que necesitan, como
continuadores de su obra.
Dijo Jesús: Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi nombre, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo. Siempre es Jesucristo continuando su obra, a través de sus apóstoles,
para cumplir su misión: glorificar al Padre.
Jesús nos prometió: Si ustedes me piden algo en mi nombre, yo lo haré. Esta fue una forma
de quedarse con nosotros, y que sintiéramos su presencia, ya que rezar, es ponerse en
contacto íntimo con Jesús. Nada se resiste a la fuerza de la oración, pero hay que hacerla
como El nos dijo, en su nombre, es decir en su espíritu, en sus meritos y sus promesas, y
aceptando su voluntad .
Cristo Resucitado, viva en sus corazones