Master·evangeli.net
Día litúrgico: Martes VII de Pascua
Texto del Evangelio ( Jn 17,1-11a): En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al
cielo, dijo: () Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado
antes que el mundo fuese. He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has
dado tomándolos del mundo () y han reconocido verdaderamente que vengo de ti,
y han creído que tú me has enviado ().
Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona,
España)
Dios Hijo, enviado por el Padre
Hoy podemos asomarnos al corazón de Cristo y, asombrados, contemplamos la
inmensidad del panorama que se nos descubre con ocasión de este coloquio con su
Padre. Un panorama infinito y eterno, pues su íntima unidad se remonta hasta
"mucho antes" de la creación del mundo. Y es que Cristo es el mismísimo Hijo
eterno del Padre.
Del Padre que lo engendra espiritualmente, procede eternamente como Hijo
engendrado. Y del Padre procede también en el tiempo, porque ha sido enviado al
mundo con la misión de "tomarnos" del mundo. Esta misión es como una
continuación en el tiempo de su procedencia filial del Padre.
—Padre Santo, gracias a tu amor, la filiación de tu Hijo se ha "prolongado" en su
encarnación salvadora. Quiero ser tu hijo en tu Hijo. Ayúdame a serlo, por la
asistencia del Espíritu Santo, Vuestro Divino Amor, que ha sido derramado en
nuestros corazones.
“servicio brindado por el http://evangeli.net/evangelio”. Con permiso a
homiletica.org