Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 8, Martes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Predecían la gracia destinada a vosotros; por eso,
controlaos bien, estando a la expectativa * El Señor da a conocer su victoria. *
Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura,
vida eterna
Textos para este día:
1 Pedro 1,10-16:
Queridos hermanos: La salvación fue el tema que investigaron y escrutaron los
profetas, los que predecían la gracia destinada a vosotros. El Espíritu de Cristo, que
estaba en ellos, les declaraba por anticipado los sufrimientos de Cristo y la gloria
que seguiría; ellos indagaron para cuándo y para qué circunstancia lo indicaba el
Espíritu. Se les reveló que aquello de que trataban no era para su tiempo, sino para
el vuestro. Y ahora se os anuncia por medio de predicadores que os han traído el
Evangelio con la fuerza del Espíritu enviado del cielo. Son cosas que los ángeles
ansían penetrar.
Por eso, estad interiormente preparados para la acción, controlándoos bien, a la
expectativa del don que os va a traer la revelación de Jesucristo. Como hijos
obedientes, no os amoldéis más a los deseos que teníais antes, en los días de
vuestra ignorancia. El que os llamó es santo; como él, sed también vosotros santos
en toda vuestra conducta, porque dice la Escritura: "Seréis santos, porque yo soy
santo."
Salmo 97:
Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha
dado la victoria, / su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de
su misericordia y su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Aclamad al
Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R.
Marcos 10,28-31:
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: "Ya ves que nosotros lo hemos
dejado todo y te hemos seguido." Jesús dijo: "Os aseguro que quien deje casa, o
hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el
Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y
hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida
eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros."
Homilía
Temas de las lecturas: Predecían la gracia destinada a vosotros; por eso,
controlaos bien, estando a la expectativa * El Señor da a conocer su victoria. *
Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura,
vida eterna
1. La salvación: el gran tema, el único tema
1.1 En la primera lectura el apóstol Pedro nos recuerda cómo hay un tema que
atraviesa las Sagrada Escrituras: la salvación. El punto central de toda la Biblia no
es difícil de decir. Se trata de esto: el ser humano necesita ser salvado y Dios ha
provisto su salvación en Jesucristo. Ahí está todo.
1.2 Claro que falta aclarar de qué y por qué necesita ser salvado el hombre. La
versión corta dice: el hombre necesita salvación porque en el camino de sus
anhelos más profundos y auténticos hay tres obstáculos gigantescos, que parecen
aplastar nuestra esperanza; ellos son la ignorancia, el pecado y la muerte.
Ignorancia de nuestra verdadera dignidad; pecado que nos ata a bienes parciales,
transitorios o aparentes; y por último, la muerte, que se burla de todo lo que
intentamos y perpetúa su dominio en todos y en todas partes.
1.3 Y luego viene la otra pregunta: cómo nos salva Jesucristo. Respondemos: de la
ignorancia, porque su vida y sus palabras revelan que somos preciosos para el Dios
que nos creó. Del pecado, porque su sacrificio eficaz nos arranca del poder de
Satanás y abre un camino para el Espíritu Santo que empieza a vivir y
transformarnos desde dentro. Y de la muerte porque él mismo venció a la muerte,
y es capaz de comunicar vida inmortal a los que creemos en su Nombre.
2. "Lo hemos dejado todo para seguirte"
2.1 Es también un género de ofrenda lo que nos presenta el evangelio de hoy.
Pedro dice al Señor: "nosotros lo hemos dejado todo para seguirte" (Mc 10,28). El
apóstol, en efecto, hace una ofrenda semejante al holocausto de la ley antigua, en
que todo debía ser consumido por el fuego. "Lo hemos dejado todo" significa: "lo
hemos ofrecido todo".
2.2 La primera lectura nos ha hablado de la generosidad de Dios, que sabe dar
siete veces más de lo que le damos, es decir, que multiplica con perfección
nuestros dones. Ello se cumple en las palabras y promesas de Jesús en el
evangelio, aunque en una proporción aún mayor: "recibirá en esta vida cien veces
más en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y tierras" (Mc 10,30).
2.3 Pero hay una apostilla: "con persecuciones". Tiene su gracia esa pequeña
anotación. Y su lógica: entrar en la dinámica del Reino de Dios multiplica todo, ¿por
qué no podría multiplicar las dificultades? Según esto, participar de la propagación
del Reino no es asegurar una vida sin problemas sino vivir con una intensidad
mayor y desde una perspectiva distinta las dificultades y gozos de esta vida. Es
como una lupa que nos permite reconocer mejor la trama escondida detrás del
dolor y detrás de la alegría de la vida. Donde el modelo "Reino de Dios" realmente
gana es al final: "y en el otro mundo, la vida eterna".
2.4 Jesús añade una de sus frases paradójicas favoritas: "muchos que ahora son
primeros serán últimos, y muchos últimos primeros", expresión que advierte sobre
la limitación de nuestro conocimiento de esa vida definitiva y verdadera. Entre las
subidas y bajadas de los bienes terrenales, entre la multiplicación de bendiciones y
de persecuciones es fácil confundirse y llamar felices a los perdedores o considerar
desgraciados a los agraciados.
Fr. Nelson Medina, O.P.