D OMINGO IV A DVIENTO , "B"
Hijo de David e Hijo de Dios
+ Otra de las grandes figuras del Adviento: María Santísima
Ella nos enseña mejor que nadie como hay que esperar y recibir a Dios
+ Dios se hace presente en el mundo. Su Revelación no es espectacular (sí lo
será, y será el último “espectáculo” que verá este mundo, la Venida definitiva de
Cristo al fin de los tiempos, llena de gloria y poder).
Al hacerse hombre, Dios nos invita compartir su Vida por la fe. Pero esto
supone, implica sensibilidad para captar las manifestaciones de Dios ... Dios quiso,
para encontrarse con el hombre, recorrer el camino del hombre (pobreza;
escondimiento; padecer hambre; sueño; llorar y reír; etc.).
+ Al llegar la plenitud de los tiempos... el ángel dice a María:
"alégrate" : así saludaban los profetas al pueblo Dios, anunciándole la
Salvación
"No temas": porque Dios está aquí... salvando. Y Dios es fiel a sus promesas:
lo fue con David; lo fue con María...
... Y lo será también con nosotros , hoy: El Padre Eterno, "el que puede
fortalecernos según Evangelio que yo proclamo" (IIª lectura) está aquí; el mismo
Espíritu Santo que cubrió con su sombra y fecundó con su poder las entrañas de
María Santísima está sobre nosotros, queriendo obrar sus maravillas...
Él consagrará el pan y el vino. Y así Jesucristo se hará presente nuevamente
entre nosotros, para renovar nuestras vidas.
Tengamos hoy y siempre la disponibilidad de María .
No sólo elogiemos su actitud: también imitémosla.
+ Pensemos en Aquel que viene y pensemos cómo lo debemos recibir...
El nos pide, pero al mismo tiempo nos regala un corazón renovado por
nuestra disponibilidad al Reino de Dios y su Justicia .
Amén
Padre Dr. Juan Pablo Esquivel